(EFE).- Menores migrantes que pasaron solos la frontera y fueron albergados en una base militar de Texas enfrentaron prolongadas esperas para que sus casos fueran procesados, lo que les originó angustia y ataques de pánico, reveló este martes una investigación interna del Gobierno.
La falta de experiencia y capacitación de los empleados y contratistas asignados al refugio temporal de niños en la base militar de Fort Bliss en El Paso (Texas) causó estadías prolongadas de los menores, encontraron los investigadores de la Oficina del Inspector General del Departamento de Salud y Derechos Humanos (HHS).
El informe de 58 páginas explica que los desafíos operativos que encontró el Gobierno provocaron que algunos menores tuvieran que esperar semanas mientras los administradores de sus casos actualizaban los procesos, lo que “según el personal del centro, provocó que muchos niños experimentaran angustia, ansiedad y, en algunos casos, ataques de pánico”.
El refugio en Fort Bliss, que tenía capacidad para atender hasta 10.000 niños que cruzaban la frontera solos, abrió sus puertas en marzo de 2021 para atender la avalancha de menores que saturó los albergues.
Sin embargo, la gran cantidad de casos, la escasez de personal capacitado y las altas tasas de rotación de los empleados impactaron el procesamiento de los casos. La investigación halló que hubo niños que pasaron hasta dos meses sin ver a la persona asignada par administrar sus casos.
Un trabajador de Fort Bliss contó a los investigadores el caso de una niña migrante que se autolesionó tras enterarse de que no habían hablado con su madre sobre cuándo sería liberada. La menor fue llevada a un centro psiquiátrico.
La Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR), dependencia del HHS responsable de los niños, trató de reducir las demoras y emitió una guía para acelerar la liberación de los menores, pero esto “pudo haber aumentado el riesgo de que los niños fueran entregados a patrocinadores inseguros”, alertó el reporte.
También encontró que el personal se sintió desanimado, por temor a represalias, de plantear a los supervisores inquietudes sobre la gestión de casos y la seguridad de los niños.
En abril pasado, la organización Proyecto de Responsabilidad del Gobierno pidió al Congreso y a las agencias federales de supervisión que investigaran y evaluaran las condiciones de los centros de acogida para menores migrantes de ORR.
La petición incluía un resumen de las quejas de mala gestión y condiciones de abandono en los Centros de Ingreso de Emergencia (EIS) establecidos por el Gobierno del presidente Joe Biden ante la masiva llegada de menores no acompañados registrada el año pasado. Se destacaban las denuncias del refugio de Fort Bliss, que cerró sus puertas en julio de 2021.
En el año fiscal 2021 el HHS tuvo bajo su custodia a más de 122.000 niños que ingresaron solos al país.