Phoenix (AZ), (EFE News).- El representante federal Raúl Grijalva, demócrata por Arizona, envió este martes una carta, firmada por 22 miembros del Congreso, al presidente Joe Biden para exigir el fin del despliegue de tropas autorizado durante la Administración de Donald Trump en la frontera sur.
En la misiva se detalla que a pesar de que se dio por concluida la emergencia nacional, más de 3.600 soldados permanecen desplegados en la frontera, lo que representa un alto costo para los contribuyentes e infunde temor a los residentes.
“Puede que Trump se haya ido, pero sus políticas dañinas continúan afectando irreparablemente nuestras comunidades fronterizas y el medioambiente”, afirmó Grijalva.
Mencionó que durante muchos años los residentes fronterizos se han opuesto abiertamente a la militarización, por lo que hizo una llamado a la nueva Administración a atender las demandas de las comunidades.
“Biden tiene la oportunidad de atenderlos retirando al personal y equipo militar de la frontera de inmediato. No hacerlo politizará aun más a los militares y erosionará las normas que les impiden hacer cumplir la ley interna. Les debemos a las comunidades fronterizas poner fin a este despliegue derrochador y, en cambio, invertir en el bienestar a largo plazo de la región”, aseguró el demócrata.
Hizo alusión al informe de Government Accountability Office (GAO, Contraloría General) publicado en febrero, el cual encontró que el Departamento de Defensa no evaluó completamente los costos y efectos potenciales del despliegue de tropas, ni proporcionó estimaciones monetarias completas al Congreso.
La carta fue firmada, entre otros, por los representantes Adriano Espaillat, Alexandria Ocasio-Cortez, Nydia M. Velázquez, Juan Vargas, Bonnie Watson Coleman, Ritchie Torres y Judy Chu.
Vicky Gaubeca, directora de la Coalición de Comunidades de la Frontera Sur, recordó que la Administración anterior aceleró la militarización de la región fronteriza sur, “creando una cultura de miedo e intimidación en comunidades y solicitantes de asilo, y eludiendo la intención del Congreso”.
“Es hora de que la Administración Biden-Harris reconsidere nuestras fronteras y avance hacia acciones y políticas que revitalicen nuestra región, no que la militaricen más. Eso incluye retirar a todo el personal y equipo militar, incluido el alambre de la frontera”, demandó.
Jonathan Blazer, director de Estrategias Fronterizas de la Unión Americana de Libertades Civiles (UCLA), aseguró que cualquier presencia continua de tropas en la frontera debería ser motivo de profunda preocupación ya que “cruza una línea peligrosa que amenaza con normalizar la vigilancia militar de las poblaciones estadounidenses”.
La militarización de la frontera sur es una amenaza para los migrantes, un peligro para las comunidades locales y una demostración vergonzosa de prioridades fuera de lugar, añadió Erica Fein, directora de defensa de Win Without War.
“No hay razón alguna para continuar con una política de la era Trump diseñada para infundir terror en quienes buscan refugio. Instamos al presidente Biden a convertir la frontera en un lugar de seguridad y esperanza, no militarización y miedo”, solicitó Fein.