Pekín, (EFE).- Las autoridades municipales pequinesas anunciaron nuevas medidas de prevención contra la covid ante “los riesgos” que supone la variante ómicron, detectada en regiones cercanas a la capital, como la suspensión de venta de billetes desde ciudades donde se hayan registrado casos positivos.
Asimismo, aquellas personas que hayan pasado por una zona clasificada como de “riesgo medio o alto” en los últimos 14 días deberán someterse a pruebas de ácido nucleico y a cuarentena domiciliaria, recoge hoy el portal chino Guangming.
Los organismos encargados de la gestión de la pandemia en la capital exhortaron a todos los responsables a “no relajarse” y a “fortalecer el trabajo” para prevenir “la propagación oculta”, para lo cual se llevarán a cabo pruebas de ácido nucleico entre “sectores clave”.
También insistieron en el uso generalizado del código QR de salud de la capital, el cual se muestra a la entrada de establecimientos para dar fe de que uno no ha pasado por zonas de riesgo.
JUEGOS OLÍMPICOS Y AÑO NUEVO CHINO
Las autoridades exigen igualmente a todos los departamentos de la ciudad que mantengan “un estado de emergencia” para “garantizar la seguridad” de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022, que comenzarán el próximo 4 de febrero.
Pekín se convertirá entonces en la primera ciudad en albergar unos Juegos Olímpicos de Verano (en 2008) y unos Juegos de Invierno, los cuales se celebrarán bajo estrictas medidas de prevención: los atletas y trabajadores venidos del extranjero permanecerán en una “burbuja” aislados de la población local durante toda su estancia en la capital china
Ante la cercanía del Año Nuevo Lunar, celebración en la que los chinos acostumbran a volver a sus lugares de origen, el Gobierno pequinés pidió a los residentes que pasen las fiestas en la ciudad y eviten desplazarse.
Las autoridades sanitarias abogaron por que los empleados que trabajan en la capital pero residen habitualmente fuera del límite municipal de Pekín realicen su trabajo desde casa en la medida de lo posible.
Uno de los lugares en los que residen numerosas personas que viajan cada día a Pekín y vuelven por la noche a su casa es Tianjin, conectada por un tren de alta velocidad con la capital y situada a tan solo 117 kilómetros de distancia.
ÓMICRON AL ACECHO
En dicha ciudad, de 15 millones de habitantes, existen 230 casos activos de covid-19 a raíz de un rebrote detectado la semana pasada que incluía positivos por la variante ómicron.
Tianjin, que ya ha llevado a cabo varias rondas de tests masivos a la población, ha decretado un confinamiento parcial que incluye la prohibición de salir de la ciudad para aquellos que no cuenten con una PCR negativa.
El brote de ómicron detectado en Tianjin se extendió hasta la provincia central de Henan, en la que hay 690 casos confirmados de covid-19 entre su población de 99 millones de habitantes y que ha implantado un confinamiento total o parcial en ciudades como Zhengzhou y Anyang.
Asimismo, la ciudad portuaria nororiental de Dalian, a 460 kilómetros de la capital, informó este jueves de la detección de un caso de ómicron entre su población de 7 millones de habitantes.
Las autoridades de Dalian aseguraron que, de momento, la situación en la ciudad es “controlable”.
MISMO MANUAL PARA NUEVAS VARIANTES
La China continental lidia así con sus primeros casos confirmados de ómicron, cepa que había logrado mantener a raya durante semanas aplicando su habitual política de cero covid, que incluye campañas masivas de pruebas de ácido nucleico a la población y restricciones a la movilidad allá donde se detecta algún caso.
La ciudad de Xian, en el centro del país, permanece confinada desde el pasado 22 de diciembre por un brote de la variante delta, aunque las autoridades han relajado las restricciones a medida que el número de nuevos casos ha ido cayendo hasta los cero detectados ayer (existen todavía 1.231 casos activos).
China, además, mantiene las fronteras prácticamente cerradas a visitantes extranjeros desde marzo de 2020 y limita el número de vuelos internacionales a y desde China a aproximadamente el 2 % de los que había antes de la pandemia.
Los que logran ingresar en el país han de permanecer en una estricta cuarentena en un hotel sufragado por ellos mismos durante al menos 14 días.
China no ha variado un ápice su estrategia pese a haber administrado ya más de 2.910 millones de dosis de vacunas entre su población de 1.418 millones de habitantes.
Según las cuentas oficiales, desde el inicio de la pandemia, se infectaron 104.580 personas en China, entre las que 96.513 lograron recuperarse y 4.636 fallecieron.
Álvaro Alfaro