Proyecto bipartidista busca erradicar junco que estorba a Patrulla Fronteriza

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El representante republicano Chip Roy. EFE/EPA/JIM LO SCALZO/Archivo

Washington, (EFE News).- Un legislador republicano y otro demócrata, ambos de Texas, se han puesto de acuerdo en un proyecto de ley para erradicar el junco carrizo, una planta invasiva en el Río Grande que dificulta la labor de la Patrulla Fronteriza.
El representante republicano Chip Roy y el demócrata Henry Cuéllar, con su batalla contra la planta conocida como Arundo donax, cooperaron en la iniciativa a pesar del debate que divide al país en casi todo lo que se refiere a la inmigración y la frontera sur.
El junco puede superar los seis metros de altura, y la caña con diámetro de dos a tres centímetros sustenta hojas afiladas de hasta 60 centímetros. En áreas donde prolifera se asemeja al bambú y obstruye el paso, la visibilidad y la navegación.
“Los largos tramos cubiertos por el junco carrizo invasivo y la infraestructura mal mantenida con rutas e iluminación inadecuadas interfieren con las actividades policiales que protegen nuestra frontera y la salud de los estadounidenses”, señaló Cuéllar en una declaración.
La legislación, añadió el representante, “mejorará los esfuerzos para reprimir el tráfico de drogas ilegales y aumentar la captura de contrabandistas”.
“La ley proveerá los recursos necesarios para erradicar el crecimiento de los juncos en el Río Grande, y para construir caminos transitables a lo largo de la frontera”, sostuvo Cuéllar, el único demócrata entre los 18 promotores de la iniciativa.
La ausencia de otros legisladores demócratas entre los impulsores del proyecto de ley augura pocas probabilidades de aprobación en la Cámara de Representantes, donde los demócratas tienen la mayoría.
Por su parte, Roy dijo que “si queremos que nuestra Patrulla Fronteriza pueda arrebatar de los cárteles y contrabandistas el control operativo de la frontera los agentes necesitan ser capaces de ver todo lo que ocurre”.
“Los traficantes de drogas y de personas aprovechan la falta de caminos y de acceso para contrabandear drogas y migrantes. Esto se suma a la gravedad de la crisis autoinfligida por la Administración Biden que pone en peligro a los ciudadanos estadounidenses en Texas y el resto del país”, añadió.
La Junta de Conservación de Suelos y Aguas de Texas emprendió hace más de cuatro años un programa para erradicar el junco carrizo a lo largo de los 2.000 kilómetros de la frontera con México en el Río Grande (Río Bravo en el país latinoamericano).
La planta tiene una tasa de crecimiento excepcionalmente rápida con un incremento de unos 10 centímetros por día, y llega a su madurez en unos 12 meses.
Además de obstáculos para la vigilancia de la frontera, el junco carrizo proporciona un hábitat favorable para las garrapatas que dañan el ganado.
El junco carrizo es considerada una de las mayores amenazas para los ecosistemas de ríos en el sur y suroeste de Estados Unidos con un gran impacto negativo sobre la biodiversidad y los procesos ecológicos.