Por Héctor Benitez Cañas
La reciente reforma del Acuerdo de Tercer País Seguro, entre Estados Unidos y Canadá, supone un nuevo obstáculo para los solicitantes de asilo político provenientes, sobre todo, de América Latina.
El acuerdo en sí no es nuevo, porque desde 2002 se aplicaba en los puestos fronterizos oficiales. La novedad es su extensión a toda la frontera terrestre entre ambos países, incluyendo el cruce irregular de Roxham Road, lo que cierra el vacío legal hasta ahora existente en esa zona.
Básicamente, quienes crucen desde Estados Unidos a Canadá serán devueltos. Se considera que EEUU es el primer país seguro al que arribaron, y es aquí donde deben solicitar el asilo.
La idea de probar suerte en Canadá nunca ha sido demasiado buena, porque ese país presenta índices sumamente bajos de concesión. Entonces, las personas necesitadas de protección deben tomar decisiones inteligentes. Hay excepciones en las devoluciones, pero el proceso es harto difícil y complejo.
En los casos en los que se pueda, lo mejor es evitar la figura del asilo y optar por varios tipos de visa para terminar el proceso. Si no hay alternativa, lo mejor es pedir el asilo en Estados Unidos, y no en Canadá.
Además, la mayoría de los latinoamericanos que llegan a Canadá se enfrentan a condiciones extremas del clima, que restan atractivo al país. Muchos terminan moviéndose igualmente a Estados Unidos. Por tanto, es preferible reorientar, dentro de lo posible, el enfoque de la protección hacia Estados Unidos, un país con mejor estructura migratoria.
Algunas excepciones para evitar la devolución desde Canadá son, por ejemplo, tener un familiar ciudadano canadiense o residente permanente, ser menor de edad no acompañado, tener una visa canadiense válida (que no sea de tránsito), contar con un permiso de trabajo o de estudio.
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* Héctor Benítez Cañas es abogado de inmigración en Miami. Su firma de abogados Benme Legal se dedica a la práctica exclusiva de la Ley de Inmigración en el trámite de visas para inversionistas, profesionales, deportistas, artistas, entre otros, así como a procesos de naturalización y defensivos ante los Tribunales de Inmigración de Estados Unidos, entre los que destaca el Asilo Defensivo y la Cancelación de la Remoción.