México, (Notimex).- Extranjeros que viven en México, incluso algunos que llegaron al país el pasado 18 de septiembre, resaltaron la solidaridad y organización, así como la respuesta inmediata de la sociedad civil y de las autoridades ante la tragedia que conmueve a la nación por los sismos ocurridos.
Señalaron que vivieron una experiencia única y sin comparación ante la fuerza de la naturaleza; sin embargo, declararon que continuarán viviendo en México, ya que vienen a trabajar y su deseo es cumplir sus objetivos.
En un recorrido que realizó Notimex por la “Zona Rosa”, en la colonia Juárez, delegación Cuauhtémoc, y Paseo de la Reforma, se platicó con personas que vienen de otros países tanto de Sudamérica, como Brasil: de Europa, Francia y de Reino Unido, así como del continente asiático, China.
Reconocieron la valentía de los mexicanos para enfrentar esta dura experiencia de vivir dos sismos, uno de 8.2 grados y otro de 7.1, catalogados como los más fuertes.
Al caminar por la calle de Génova y Hamburgo, la calle que salía a Paseo de la Reforma estaba cerrada, pues ahí está un edificio a punto de colapsar, y debajo de éste un restaurante cerrado; en las mesas que estaban a punta de calle, quedaban los restos de banderas mexicanas, que se utilizaron para adornar y conmemorar las Fiestas Patrias.
Más adelante, sobre Hamburgo hay varios edificios acordonados, como las oficinas de “SalaUno”, que tienen los muebles afuera y las personas que laboran ahí, los cuidaban.
En la calle de Amberes estaban Laura y Tamariz, originarias de Brasil, ambas modelos que vienen a trabajar a México.
Laura llegó hace tres semanas, por lo que vivió los sismos del 7 y del 19 de este mes, pero en el segundo sintió mucho miedo, incluso pánico, pero lo que más lamenta es la tragedia de los mexicanos, de los que se quedaron sin casa. Tamariz, llegó este jueves a las 11:00 horas y no sabe cómo se sintió.
Ambas viven en la colonia Juárez, y tienen el firme propósito de quedarse en nuestro país hasta el próximo mes de diciembre que concluye su contrato.
En cambio Yang Wei, de China, quien vive en la Ciudad de México desde hace dos años, dice que no sintió miedo, sino que temió por sus compañeros de trabajo en la escuela donde es maestra del idioma chino. Narró que sus amigos se espantaron mucho y lloraban, pero ella no sintió ese pánico.
Sin embargo, el ciudadano de Reino Unido, Kieran Batchelor, llegó a México el lunes pasado, para entrar a trabajar al banco HSBC, en Paseo de la Reforma, el temblor lo agarró en su casa, en un edificio de 15 pisos en la colonia Anzúres, él vive en el piso 12, y sintió mucho, mucho miedo.
Sin embargo, se quedará en esta capital seis meses más, pues vino a trabajar y tiene que cumplir su objetivo, después de que luchó mucho para conseguir que lo mandaran a México.
El francés, Sylvain Estibal, director de la Agencia Francesa AFP en México, tiene dos años en México, y nunca había sentido la fuerza de la naturaleza, reflejada en un temblor. “Fue como un sueño maldito”.
Pero, como periodista fue un reto cubrir esta situación que en ninguna parte del mundo se da, “por lo menos en Europa, en Francia, nunca tiembla, sólo un poco en el sur, no se compara”.
Declaró que lo que más le sorprendió fue la solidaridad y el mcompromiso de los mexicanos por ayudar, por volcarse en ir auxiliar a sus familias y amigos, la organización con que se han dado las cosas para el rescate, y la inmediata respuesta de las autoridades.
“Hay una muy buena organización, no solamente la buena voluntad, eso es muy bonito de ver, como país, ver la unidad, México es especial por eso, es impactante para un extranjero y ver esa solidaridad, no se ve en otros países algo tan fuerte”, destacó.
Expuso que él estaba preparado, como se recomienda en Protección Civil, porque el temblor del martes lo sintió en las oficinas de la agencia que está en la colonia Roma, que fue mil veces peor que el registrado el jueves 7 de septiembre por la noche, que estaba en su casa en Polanco, pero le sorprendió porque no sonó antes la alerta sísmica.
Él, que esta desde hace tres años en México, no se regresará a su país, ya que planea quedarse por lo menos otros tres años para cumplir con la misión que le ha encomendado AFP, su familia está en Francia, pero su esposa lo vendrá a visitar en unas semanas más.
Mientras, en Paseo de la Reforma un contingente de más de 100 rescatistas caminaba por una de las aceras de esta importante avenida, una de las más emblemáticas de la capital mexicana.