México, (Notimex).- El investigador sobre América del Norte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Raúl Benítez Manaut, opinó que la estrategia de invertir y generar empleos en Centroamérica tendrá resultados a largo plazo, es decir, en 10 o más años, por lo que seguirán las caravanas de migrantes que buscan el sueño americano.
El también especialista en seguridad nacional, insistió en que guste o no, seguirán organizándose caravanas y México deberá prepararse para darles el mejor trato humanitario posible, porque estos grupos numerosos se forman así dado que es la mejor forma de protegerse de la delincuencia organizada.
La migración debe hacerse legal, dijo, de tal manera que los centroamericanos y migrantes de otras latitudes puedan cumplir con las normas mexicanas, pero al mismo tiempo las autoridades faciliten los trámites para que puedan utilizar transportes públicos, incluso aerolíneas, y hospedarse de manera adecuada.
“Si se instrumentan políticas de respeto a los derechos humanos, más que de contención, y si se otorga a los migrantes las facilidades para movilizarse de manera legal, esto representaría ingresos para la economía nacional, y no ganancia para los grupos de delincuentes”, abundó.
Opinó que el otorgamiento de permisos humanitarios es insuficiente y representa una respuesta de corto plazo para tratar de salir al paso por las presiones de Estados Unidos, pero debería buscarse una fórmula permanente y más expedita para permitir la movilidad legal de los extranjeros que cruzan por el país.
Benítez Manaut expuso que el proyecto de invertir en Centroamérica para reactivar las economías de los países del llamado Triángulo Norte, haya más empleo y dejen de migrar los centroamericanos, no es viable al menos en el corto plazo.
Explicó que sería ilusorio pensar que el gobierno de Estados Unidos pudiera aportar recursos, cuando se tiene un presidente como Donald Trump que con su actitud antinmigrante no ha podido conseguir los miles de millones de dólares para construir el muro, y ya parece que va obtener presupuesto para dicho proyecto.
En el caso de México, abundó, se ajusta el presupuesto en prácticamente todas las dependencias gubernamentales, por lo que resultaría inviable que invierta miles de millones de dólares para apoyar a Honduras, Guatemala y El Salvador.
Recordó que el ex-presidente Vicente Fox Quesada intentó hacer lo mismo con el Plan Puebla-Panamá con la pretensión de construir una refinería en Centroamérica, “los empresarios mexicanos pusieron el grito en el cielo y se echó para atrás el proyecto”.
Expuso que el problema de las economías centroamericanas no es que no tengan crecimiento, porque sí lo tienen, el conflicto es que hay una acumulación histórica de pobreza y aunque invirtieran en esa zona, tardaría al menos 10 años en empezar a generar suficientes empleos para retener a la población.
Vaticinó que en los próximos tres o cinco años seguirá la migración con o sin inversión de México y Estados Unidos.