México, (Notimex).- La Asociación Mexicana de Psiquiatría Infantil consideró urgente atender el subdiagnóstico del trastorno bipolar, pues 70 por ciento de los pacientes llega de manera tardía al especialista adecuado, lo que retrasa su tratamiento.
El organismo indicó que se requiere un tratamiento multi e interdisciplinario, así como terapia farmacológica, para atender esa condición de salud.
Subrayó que de acuerdo con estudios realizados en Estados Unidos se estima que entre uno y 1.5 por ciento de la población pediátrica presenta ese problema y uno de cada cinco adultos diagnosticado tuvo síntomas desde la adolescencia.
La presidente de la asociación, Yolanda del Río Carlos, advirtió que un diagnóstico tardío aumenta los problemas psicosociales y pone en riesgo la vida de los pacientes.
“Muchos de ellos probablemente no recibirán diagnóstico ni tratamiento adecuado. Eso tendrá como consecuencia que los futuros adultos estén en riesgo de caer en adicciones, de verse afectados en el aspecto psicosocial y de autopercepción, tener más episodios psicóticos, y más grave aún, que atenten contra su vida, disparando los índices de suicidio”, externó.
El trastorno bipolar se define como una alteración mental ocasionada por factores genéticos, que se caracteriza por estados patológicos de depresión, euforia e hiperactividad por periodos recurrentes y días a meses de duración.
Los principales síntomas en niños y adolescentes son conductuales, cognitivos y afectivos. Ahí radica la confusión, provocando diagnósticos incorrectos como Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) o depresión.
Los menores pueden presentar alteraciones del sueño como insomnio o dormir mucho en el día, terrores nocturnos o pesadillas, impulsividad y falta de percepción de factores de riesgo que puede poner en peligro su integridad física.
Del Río Carlos señaló que la confusión de los síntomas de la enfermedad complica el diagnóstico y tratamiento y, sobre todo, evita el apego favorable al mismo, debido al estigma en torno a las enfermedades mentales.
Aunque no hay cura para ese trastorno actualmente se cuenta con terapias que contribuyen al control de la enfermedad como el valproato de magnesio, antiepiléptico, modulador del ánimo y de la conducta.