Washington, (EFE News).- El número total de votos en Texas superó este viernes al de 2016 a falta de dos jornadas de votación y a cuatro días de los comicios generales del 3 de noviembre, lo que augura una afluencia récord en un estado que las encuestas dan por primera vez en décadas como en juego, ya que podría decantarse del lado demócrata.
El 53 % de los votantes registrados del estado, algo más de 9 millones de personas, ya han depositado su papeleta para elegir al presidente de Estados Unidos entre las dos opciones preponderantes: el republicano Donald Trump, que se juega la reelección, y el demócrata Joe Biden, el favorito de las encuestas.
En 2016, un total de 8,97 millones de personas votaron en las elecciones, en las que se impuso Trump a la demócrata Hillary Clinton con un porcentaje de participación del 59,4 %.
En los últimos cuatro años Texas ha añadido 1,8 millones de nuevos votantes registrados, por lo que la participación aún está por debajo de 2016, pero si se mantiene la tendencia del voto por anticipado el día de las elecciones, el próximo martes, podría superar el 60 %.
Esta sería la primera vez desde comienzos de los 90 en que más del 60 % de los votantes registrados de Texas ejercen su derecho al voto, algo aún más meritorio si se tiene en cuenta que el país está en medio de una nueva oleada de la pandemia de la covid-19 y Texas está siendo especialmente afectado.
Aún faltan por contar muchos de los votos tramitados por correo y de que se depositen votos hoy, 30 de octubre, última jornada del voto por anticipado, y el 3 de noviembre, el día de la jornada electoral.
El gobernador del estado, el republicano Greg Abbott, decidió dar a los votantes seis días más de acceso a las urnas para evitar aglomeraciones en los colegios.
El estado no registra la afiliación o preferencia del votante por un partido, por lo que es difícil contextualizar el aumento de la participación, pero podría significar una mayor afluencia de los hispanos, negros y jóvenes, tradicionalmente menos participativos e inclinados por opciones demócratas.
Si es así, esto complicaría mucho las opciones de Trump en Texas, que las encuestas sitúan en un precario 50 % de la intención de voto.
Texas ha votado republicano en todas las elecciones presidenciales desde 1980 y con 38 votos electorales es el segundo estado más decisivo, después de California (55), a la hora de sumar los 270 votos electorales que deciden la Presidencia.
Si Texas se inclinara por Biden, Trump perdería con toda probabilidad la reelección y abriría una crisis entre los republicanos, que tendrían que replantearse toda su estrategia electoral para 2024 y más adelante.