Redacción Deportes, (EFE).- Tom Brady, ganador de siete anillos en la NFL, justificó el empujón que Travis Kelce, ala cerrada de Chiefs, propinó a su entrenador, Andy Reid, antes del medio tiempo del Super Bowl LVIII del domingo en el que Kansas City superó por 25-22 a San Francisco 49ers en tiempo extra.
“Siempre hay pequeños problemas familiares y, por supuesto, no es importante que suceda; yo fui parte de muchas de esas cosas. Esto también habla de la confianza que el ‘coach’ Reid tiene en sí mismo, porque no lo tomó como algo personal”, dijo el ex mariscal de campo, considerado el mejor jugador de todos los tiempos en la liga.
Brady se refirió a la situación que ocurrió antes de finalizar el segundo cuarto. En la banca un furioso Kelce se enfiló sobre Andy Reid, lo empujó y le gritó; el coach quedó impávido mientras Kelce era separado por uno de sus compañeros.
El ala cerrada estaba frustrado por su pobre desempeño exhibido en la primera mitad del duelo por el título en el que sólo tenía una recepción y una yarda ganada, algo que enmendó en los 30 minutos finales y tiempo extra, al acabar con 93 yardas en nueve recepciones, el mejor registro entre los receptores de Kansas City.
Tom Brady, quien se retiró de la NFL luego de ganar siete trofeos Vince Lombardi, seis con los New England Patriots y uno con los Tampa Bay Buccaneers, señaló que más que una falta de respeto esta acción reflejó la experiencia de Andy Reid y la mentalidad ganadora de Travis Kelce.
“El coach Reid no miró eso y sintió que alguien lo ofendió, lo manejó de forma increíble. Me encanta porque habla de su capacidad de liderazgo. Lo tomó por lo que es, no vio a alguien tratando de menospreciarlo. Travis no está intentando hacer ninguna de esas cosas, simplemente está tratando de motivarse y meterse en el juego”, explicó Brady.
El exmariscal de campo que fue cinco veces Jugador Más Valioso en el Super Bowl subrayó que situaciones como esta son recurrentes por la adrenalina que se vive en juegos tan definitivos como la disputa por el trofeo Vince Lombardi.
“Las emociones son muy altas. Definitivamente no estás centrado ni equilibrado. En ese momento no estás en un estado de meditación, estás completamente decidido a salir y ganar. Así que muchas de las cosas que se dicen durante el partido simplemente deberían dejarse volar”, concluyó Brady.