McAllen – Washington, (Agencias EFE y Debate N).- Tras una de las campañas más violentas de la historia reciente de Estados Unidos, los 50 estados del país reforzaron o tomaron medidas especiales inusuales en los centros de votación para garantizar que las elecciones de este cinco de noviembre tuvieran lugar de forma segura y proteger así la integridad física de funcionarios electorales y votantes ante la posibilidad de que hubiese contingencias impredecibles.
La situación propició que en algunas áreas equipos de seguridad, drones, francotiradores, cristales y chalecos antibalas, y hasta un botón de pánico conectado con el número de emergencias, se encargaran de velar por el correcto desarrollo de la jornada y permitir que todo el mundo pudiera ejercer su derecho al voto.
Por otra parte, el Departamento de Justicia envió observadores electorales a 86 jurisdicciones en 27 estados, entre ellos los considerados clave. Los comicios de este 2024 contaron con el mayor número de observadores federales de la historia.
El clima de polarización ha escalado progresivamente hasta alcanzar niveles sin precedentes desde que el 6 de enero de 2021 partidarios del expresidente y del nuevo candidato Donald Trump (2017-2021) asaltaran el Capitolio de Estados Unidos mientras se certificaba la victoria de Joe Biden.
La policía del Capitolio, consciente de que pueda repetirse lo sucedido, realizó hace unos días un simulacro de evacuación en el que participaron 12 helicópteros, según recogió la cadena Fox News.
Tratando de evitar que se den protestas violentas, como ocurrió en 2020 contra las oficinas electorales de los condados, los estados, especialmente los más disputados, destinaron millones de dólares a los gobiernos locales para que reforzaran su seguridad.
El secretario de Estado de Arizona, Adrian Fontes, explicó en una rueda de prensa que se extremarían las precauciones y se reforzaría la seguridad con drones, francotiradores en los tejados, detectores de metales y “barreras físicas” en las entradas de los centros.
“Hemos aceptado que el miedo a la violencia se ha convertido en algo común. Los funcionarios electorales de todo el país están diciendo que necesitan estas medidas para sentirse seguros”, aseguró Claire Woodall, exdirectora ejecutiva de la Comisión Electoral de Milwaukee (Wisconsin), en un encuentro con periodistas sobre la seguridad en estas presidenciales.
En algunos condados del país los encargados de vigilar los centros de votación están protegidos por chalecos antibalas y tienen colgado del cuello un botón de pánico conectado con el número de emergencias.
“Nunca se había visto antes. La coordinación con las fuerzas locales es algo nuevo para los funcionarios electorales. Algunos también tendrán cerca una persona para asegurarse de que se sienten cómodos y seguros al entrar al centro de votación”, explicó Woodall.