Ciudad de México, (EFE).- El libro “Causa de muerte: cuestionar al poder. Acoso y asesinato de periodistas en México” busca entender por qué el país es el más letal para ejercer el periodismo, así como resguardar y catalogar los trabajos de comunicadores asesinados, según cuenta su autora, Alejandra Ibarra Chaoul.
“Quería entender por qué México, siendo una democracia, vaya, no es una dictadura que tiene una política central de censura, por qué a pesar de ser una democracia, de tener las leyes que tenemos, es tan peligroso para los periodistas”, expresó en entrevista con EFE.
Ibarra Chaoul, quien es también politóloga, inició este trabajo como una tesis mientras realizaba su maestría en Periodismo en la Universidad de Columbia, donde empezó a recabar, recolectar, resguardar y catalogar trabajos de periodistas asesinados en 2018.
“Es ahí cuando me empieza a surgir sobre todo esta pregunta de por qué los matan. Me empiezo a encontrar que no es el periodismo investigativo, de investigar a grandes cárteles, sino que es un periodismo muy cotidiano, muy comunitario”, explicó.
“AL PODER NO SE LE CUESTIONA”
Para Ibarra Chaoul, asesinar a un comunicador no solo corresponde a censura, sino también a un castigo que envía la señal de que al poder no se le cuestiona.
La académica refirió que en su investigación encontró datos de estadísticas de homicidios y desapariciones, pero se percató de que lo que se desconocía, y que rara vez llega a publicarse, es el trabajo que realizaban estos periodistas asesinados.
Fue entonces que encontró que muchos periodistas no eran asesinados precisamente por grandes investigaciones, sino por desvelar injusticias y abusos de poder más comunes.
“A esos periodistas se les hostiga, amedrenta y asesina por las injusticias que revelan y por señalar el abuso del poder. Cuando se le quita la vida a un periodista, no solo se frena su trabajo, también se mandan señales al gremio y a los propios ciudadanos”, precisó.
RESCATAR EL TRABAJO DE PERIODISTAS ASESINADOS
A partir de ello, Ibarra Chaoul rescató los trabajos de los periodistas asesinados y así surgió también el pódcast “Voces silenciadas”, donde se difunden historias de estos comunicadores y se le da sentido a su labor periodística.
“A mí me parecía tristísimo que los recordemos y conozcamos exclusivamente porque alguien los mató, que su memoria sea lo que alguien más les hizo en el último instante de su vida, eso me parecía una injusticia”, manifestó.
Es por ello que considera que el valor de este archivo es difundir una faceta “totalmente nueva” de los periodistas asesinados en algún momento.
“Creo que es una manera distinta de conocerlos y recordarlos, y si eso se pierde se pierde su legado y su memoria, pero también se pierde la historia reciente del país desde miles de municipios”, comentó.
PROBLEMA GLOBAL
Si bien México es el país del mundo que no está en guerra más peligroso para ejercer el periodismo, Ibarra Chaoul reconoció que este es un problema global.
“Estamos atravesando un momento en el cual las democracias están en una situación muy frágil y la libertad de expresión está en jaque, está amenazada, representa un riesgo y representa un problema para quienes quieren gobernar de manera autoritaria”, indicó.
Sin embargo, enfatizó en que el periodismo es muy importante especialmente en pequeñas localidades donde los comunicadores sociales visibilizan lo que está sucediendo.
Por ello, dijo que es necesario que la sociedad entienda el trabajo periodístico y se involucre democráticamente, que exija a los gobiernos y haya más participación.
“Entre más entendamos el trabajo periodístico y por qué asesinan a los periodistas, más vamos a entender que esto es algo que no está afectando a todos”, concluyó.