Por José López Zamorano
Para La Red Hispana
Con 19 votos a favor, 11 abstenciones y 4 votos en contra, la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó este martes en su 48 Asamblea General una histórica resolución que abre el proceso de suspensión de Venezuela del sistema interamericano y reafirma el carácter ilegitimo de las elecciones presidenciales de ese país del 20 de mayo que resultaron en la reelección de Nicolás Maduro.
Aunque sorprenden las abstenciones de casi una tercera parte de los miembros del sistema interamericano, el desenlace de este capítulo confirma el aislamiento creciente del régimen venezolano entre la comunidad de naciones y la urgencia de acrecentar la presión, a fin de abrir canales para hacer llegar al pueblo venezolano la ayuda que necesita desesperadamente.
Es verdad que Venezuela había iniciado desde el año pasado el proceso para dejar la OEA, pero la resolución aprobada es un posicionamiento claro de la mayoría de los países de la región a raíz del rompimiento del orden democrático en ese país y la severa crisis humanitaria que ha resultado de las políticas del actual gobierno.
El gobierno venezolano argumentó que las penurias de su pueblo son producto de las sanciones de Estados Unidos que les dificultan adquirir alimentos o medicinas y que otros países no tienen autoridad moral para criticar a Venezuela cuando ellos mismos tienen sus propias deficiencias en materia de derechos humanos.
Pero la respuesta de Canadá fue contundente: Dijo que las imperfecciones de los países del hemisferio no descalifican a nadie para hacer una defensa de los derechos humanos del pueblo venezolano sino por el contrario, y desestimó la reacción del régimen de Maduro por presentarse como víctima del imperialismo estadounidense.
No sorprende que la postura expresada en la Asamblea General de la OEA por la canciller canadiense. Chrystia Freeland haya recibido sonoros aplausos en el Salón Simón Bolívar de la OEA y especialmente entre numerosos venezolanos en las redes sociales.
Sin embargo, la resolución aprobada no agota el proceso. Ahora se requieren consensar 24 votos de los países del sistema interamericano para convocar a una sesión extraordinaria donde se analice la expulsión de Venezuela.
Pero acaso lo más urgente es que se logre la apertura de una ruta humanitaria que permita la llegada a Venezuela de los alimentos y las medicinas que permitan, en alguna medida, aliviar las condiciones de hambruna en que está sumido el pueblo venezolano.