Solicitante de asilo fue detenido y devuelto a su país de origen
La detención y devolución de un solicitante de asilo que llevó a sus hijos a la final del torneo de fútbol de la Copa Mundial de Clubes el 13 de julio de 2025 plantea serias preocupaciones sobre la seguridad de los y las inmigrantes que asistirán al Mundial de 2026 en Estados Unidos, señaló hoy Human Rights Watch.
En mayo, Human Rights Watch escribió a la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), organizadora de la Copa del Mundo, para expresar su preocupación por los riesgos y el impacto de las políticas de inmigración de Estados Unidos en el Mundial de 2026 y la Copa Mundial de Clubes de Estados Unidos de 2025, y recomendó “medidas inmediatas” para abordar las políticas estadounidenses que crean riesgos y amenazan la capacidad de la FIFA para defender sus valores declarados de derechos humanos, inclusión y participación global.
La FIFA respondió el 3 de junio afirmando que “espera que… los países anfitriones adopten medidas para garantizar que todas las personas elegibles que participen en la competición puedan entrar en los respectivos países” y que “está trabajando activamente en este asunto con las autoridades pertinentes”. La FIFA también afirmó que colaboraría con las autoridades pertinentes si tuviera conocimiento de problemas relacionados con los derechos humanos.
Pero el incidente ocurrido en la final del Mundial de Clubes, descubierto por Human Rights Watch, ilustra las limitaciones de los esfuerzos de la FIFA para abordar los graves riesgos para los derechos humanos a los que se enfrentan los y las inmigrantes en los eventos de la FIFA.
“Un padre amante del fútbol planeó un día especial con sus hijos en un torneo de la FIFA, terminó detenido durante tres meses y luego fue enviado a un país donde él dice que su vida corre peligro”, afirmó Minky Worden, directora de iniciativas globales de Human Rights Watch. “Bajo las políticas de la administración Trump, la aplicación de las leyes de inmigración en los grandes eventos deportivos puede separar a las familias y exponer a las personas que huyen de la persecución a un peligro que pone en riesgo su vida”.
El hombre, cuyo nombre y país de origen no se revelan a petición suya, fue detenido en Nueva Jersey antes de la final del Mundial de Clubes entre el Chelsea (Inglaterra) y el París Saint-Germain (Francia). Se encontraba en el estacionamiento del centro comercial American Dream Mall, cerca del estadio MetLife, con dos de sus hijos, de 10 y 14 años, esperando a que comenzara el partido.
El hombre y sus familiares contaron a Human Rights Watch que la policía lo interrogó y luego lo detuvo después de que intentara volar un pequeño dron para tomar una fotografía de su familia. Cuando el dron falló, lo guardó en su coche y fue detenido mientras lo hacía.
Una ordenanza local prohíbe el uso de drones en el complejo MetLife o sobre él, en aplicación de una directiva de la Administración Federal de Aviación (FAA) que prohíbe volar drones en los estadios y sus alrededores durante los eventos deportivos. Según un abogado especializado en aviación consultado por Human Rights Watch, infringir involuntariamente la prohibición de la FAA es una infracción civil y, por lo general, solo se sanciona con una multa.
El hombre dijo que el agente que lo interrogó inicialmente le dijo que le pondrían una citación y lo liberarían rápidamente. En cambio, los agentes le preguntaron por su estado migratorio y luego lo entregaron a los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, reconocido por sus siglas en inglés). Los agentes del ICE detuvieron al hombre ese mismo día y procedieron a deportarlo.
Entrevistado en el centro de detención, contó a Human Rights Watch que su último recuerdo del día de su detención era “ver a mis hijos llorando porque me estaban capturando”. Sus hijos pensaban que su padre sería puesto en libertad para asistir al partido. Pero cuando uno de ellos miró su teléfono, vio que su padre se encontraba a 40 minutos de distancia, según contó la esposa del hombre a Human Rights Watch.
Las personas que se enfrentan a la deportación tienen derecho a solicitar asilo. La familia dijo que huyeron de su país de origen en 2022 después de que grupos armados amenazaran con matarlos.
Sin embargo, la administración del presidente Donald Trump no suele permitir la liberación de los centros de detención inmigratorios, incluso si los solicitantes de asilo pueden pagar una fianza, una suma de dinero para garantizar que seguirán acudiendo a las audiencias de deportación.
Tras tres meses en un centro de detención inmigratorio, el hombre decidió no apelar cuando la jueza de inmigración denegó su solicitud de asilo. Le dijo a Human Rights Watch que la perspectiva de permanecer encerrado más tiempo le dejaba desesperado. “Lo que te hacen allí es muy psicológico lo que meten a uno allá… Deseas salir con todas tus fuerzas”.
La administración Trump ha declarado en numerosas ocasiones que la aplicación de la ley de inmigración se centra en “lo peor de lo peor”. Sin embargo, las investigaciones de Human Rights Watch y otros grupos han demostrado que las personas detenidas en redadas o en operaciones más específicas a menudo no tienen antecedentes penales.
Antes del inicio de la Copa Mundial de Clubes, y en respuesta a si le preocupaba la presencia de agentes del ICE en los partidos, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, dijo: “No tengo ninguna preocupación … queremos que todos los que vengan a los partidos pasen un buen momento … Estoy seguro de que será una gran, gran celebración”.
Especialmente a la luz de la abusiva redada migratoria de la administración Trump, las agencias policiales estatales y locales que no tienen acuerdos con el ICE para llevar a cabo la aplicación de la ley de inmigración no deberían, en general, preguntar sobre el estatus migratorio ni retener a las personas para que el ICE investigue su estatus, señaló Human Rights Watch. Las agencias que sí tienen tales acuerdos, conocidos como acuerdos 287(g), deberían tomar nota de los abusos inherentes y abandonarlos. Agentes de ICE debería evitar detener a los solicitantes de asilo en la medida en que lo permita la ley.
La FIFA debería pedir a las autoridades estadounidenses que no utilicen los eventos del Mundial para aplicar la ley de inmigración, incluso a través de los acuerdos 287(g), señaló Human Rights Watch.
“La Copa Mundial de 2026 debería ser una celebración del fútbol, no una operación de control migratorio que destruye familias y pone vidas en peligro”, señaló Worden. “Este caso expone las graves contradicciones de Estados Unidos, que se prepara para acoger el mayor evento deportivo del mundo y, al mismo tiempo, aplica políticas para separar familias y deportar a solicitantes de asilo”.
Para más detalles, véase más abajo.
Para más información de Human Rights Watch sobre Estados Unidos, visite:
https://www.hrw.org/es/estados-unidos (en español)
https://www.hrw.org/united-states (en inglés)
Para obtener más información sobre los informes de Human Rights Watch sobre inmigración, visite:
https://www.hrw.org/es/united-states/inmigracion (en español)
https://www.hrw.org/united-states/immigration (en inglés)
Para obtener más información sobre los informes de Human Rights Watch sobre refugiados y migrantes, visite:
https://www.hrw.org/es/topic/refugees-and-migrants (en español)
https://www.hrw.org/topic/refugees-and-migrants (en inglés)
Para más información, póngase en contacto con:
En Washington, D.C., Minky Worden (inglés, alemán, cantonés): +1-917-497-0540 (móvil); o wordenm@hrw.org .
En Nueva York, Michael García Bochenek (inglés, español, portugués): +1-718-724-9016 (móvil); o bochenm@hrw.org. Bluesky: @michaelbochenek.bsky.social
En Washington D.C., Katherine La Puente (inglés, español): +1-347-573-3150 (móvil); o lapuenk@hrw.org. X: @katslap; Bluesky: @katherinelapuente.
Desde que el presidente Trump asumió el cargo en enero de 2025, el gobierno estadounidense ha tomado medidas para limitar el acceso a las vías legales para solicitar asilo. Human Rights Watch ha documentado cómo las políticas de deportación de Estados Unidos han expuesto a los inmigrantes deportados al riesgo de muerte y a abusos contra los derechos humanos.
Las autoridades de inmigración y otras fuerzas del orden han aumentado drásticamente el número de arrestos y detenciones desde el comienzo de la administración Trump, con grandes operaciones en ciudades importantes como Los Ángeles, Nueva York, Washington D. C. y Chicago. Los agentes federales de inmigración han puesto en el punto de mira a las comunidades latinas, llevando a cabo redadas y detenciones basadas en la raza, el origen étnico o la nacionalidad percibidos de las personas.
La Copa Mundial de 2026 se celebrará en 11 ciudades y zonas de Estados Unidos, entre ellas Atlanta, Boston, Dallas, Houston, Kansas City, Los Ángeles, Miami, Nueva York/Nueva Jersey, Filadelfia, Seattle y la zona de la bahía de San Francisco. La final del Mundial tendrá lugar en el MetLife Stadium de East Rutherford, Nueva Jersey, donde se celebró la final de la Copa Mundial de Clubes de 2025.
Entre el 20 de enero y el 15 de octubre, agentes de ICE detuvieron al menos a 92,392 personas en las ciudades donde se llevará a cabo los partidos de la Copa Mundial y sus alrededores, según datos del gobierno facilitados por el ICE en respuesta a una solicitud de libertad de información presentada al Proyecto de datos sobre deportaciones y analizados por Human Rights Watch. Esto no incluye las detenciones realizadas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, conocida por sus siglas en inglés) u otras agencias policiales. De todas estas detenciones, el 65,1 % correspondió a inmigrantes sin condenas penales en Estados Unidos, lo que se ajusta a las tendencias nacionales.
En Nueva Jersey, el 73,8 % de las 5331 detenciones realizadas por el ICE fueron de inmigrantes sin antecedentes penales en EE. UU. Se han llevado a cabo redadas del ICE en Nueva Jersey, lo que ha dado lugar a la detención de un gran número de personas en sus lugares de trabajo, tanto de personas sin ciudadanía estadounidense como de ciudadanos estadounidenses.
En lugares como Nueva Jersey, donde se celebrarán la final de la Copa Mundial de 2026 y las zonas para aficionados, los agentes del ICE han acudido a los lugares donde los jornaleros buscan trabajo, han seguido a los trabajadores después de que ellos se marcharan de sus lugares de trabajo y han detenido vehículos para pedirles la identificación y preguntarles por su situación migratoria, según miembros de Estamos Unidos, un grupo de respuesta rápida del norte de Nueva Jersey. En un caso, un conductor de una empresa de autobuses privada fue detenido por agentes de inmigración y se le pidió su identificación. El grupo informa de que de los 15 arrestos confirmados por el ICE entre septiembre y noviembre de 2025, todos los hombres detenidos eran latinos.
Los medios de comunicación informaron que algunos aficionados que compraron entradas para la Copa Mundial de Clubes vendieron sus entradas por temor a ser arrestados o detenidos en los estadios y eventualmente deportados. El personal de Telemundo, un medio de comunicación en español de Estados Unidos, el alcalde de Miami y funcionarios de la FIFA asistieron a una fiesta de la Copa Mundial en un barco en Miami que fue cancelada cuando agentes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) y la Guardia Costera abordaron la embarcación y se pidió a algunos asistentes que mostraran la documentación de su estatus legal.
Según publicaciones en Internet, agentes del DHS estuvieron presentes durante los partidos de la Copa Mundial de Clubes fuera del estadio Mercedes Benz de Atlanta, el estadio Rose Bowl de Los Ángeles y el estadio Hard Rock de Miami, y el ICE tenía previsto estar presente en el Lumen Field de Seattle.
El impacto de las detenciones y redadas en las comunidades donde se celebrarán los partidos de la Copa Mundial ha sido devastador. En Nueva Jersey, la gente tiene miedo de salir a la calle, las familias han perdido a sus proveedores y los negocios están sufriendo, según miembros de Estamos Unidos. “Nadie se siente seguro”, dijo uno de los miembros. La presencia de la policía local durante algunas de las detenciones documentadas a menudo hace que los miembros de la comunidad se sientan menos seguros y, por consiguiente, menos propensos a denunciar delitos si temen que cualquier encuentro con la policía pueda llevar a que sean entregados a inmigración.
Muchos inmigrantes, ante la perspectiva de ser detenidos y deportados, han optado por la “salida voluntaria” en parte para evitar las restricciones legales para volver a entrar en Estados Unidos que conlleva la deportación. El número de inmigrantes que se han regresado voluntariamente a sus países de origen en los tribunales de Nueva York y Nueva Jersey entre julio y octubre de 2025 aumentó un 1373 % en comparación con el mismo periodo del año anterior, según un análisis de Documented New York, un medio de comunicación especializado en inmigración. Este aumento se produjo tras la política del ICE del 8 de julio que limitaba la elegibilidad para la fianza de los inmigrantes detenidos.
El hombre detenido cerca del evento de la Copa del Mundo fue recluido en Delaney Hall, un centro de detención inmigratorio en Newark, donde los medios de comunicación han informado de malos tratos a los detenidos, falta de comida y condiciones inseguras para los visitantes.
Una jueza de inmigración denegó la solicitud de asilo del padre en septiembre. El padre afirmó que, traumatizado por tres meses de detención y desesperado por hablar más a menudo con sus hijos, decidió no emprender más acciones legales, a pesar de su miedo a regresar a su país de origen. La familia tuvo que comprar los billetes de avión para su “salida voluntaria”.
El articulo 4 de la Política de Derechos Humanos de la FIFA establece que “la FIFA trata de ir más allá de su responsabilidad en materia de respeto a los derechos humanos, tal y como establecen los Principios rectores de las Naciones Unidas sobre las empresas y los derechos humanos, adoptando medidas para promover la protección de los derechos humanos y contribuir positivamente a su disfrute; en particular, lo hará cuando tenga la posibilidad de ejercer una influencia efectiva que ayude a mejorar el disfrute de dichos derechos, o cuando ello implique afianzar los derechos humanos en o a través del fútbol.”

