“Nuestro enfoque siempre ha sido, y seguirá siendo, construir puentes, no muros”.
Kamala Harris
INTRODUCCIÓN
Mientras que el electorado en su totalidad espera el martes 10 de septiembre para el primer gran debate entre Trump y Kamala en Filadelfia y que será fundamental para el futuro de esta nación, Kamala Harris, la actual vicepresidenta de los Estados Unidos, se ha posicionado como la principal candidata demócrata tras la decisión de Joe Biden de no buscar la reelección. En su reciente entrevista con ABC, Harris delineó algunos de los pilares fundamentales de lo que sería su gobierno, destacando su enfoque en la justicia económica, el cambio climático y la equidad social.
Imposible anticipar si ganará una de las contiendas más reñidas y cruciales de la historia de los Estados Unidos, pero, habiendo ofrecido a mis lectores un anticipo de cómo sería un gobierno de Trump, si éste sale victorioso, recientemente, considero es justo anticipar cómo sería más probablemente un gobierno de Harris, haciendo énfasis en el punto número seis sobre la relación de su gobierno con México en un futuro.
1. JUSTICIA ECONÓMICA Y APOYO A LA CLASE MEDIA
Harris ha enfatizado que su gobierno se centraría en la creación de lo que ella llama una “economía de oportunidades.” Esto implicaría una serie de políticas destinadas a reducir la brecha de ingresos, aumentar el salario mínimo, y mejorar el acceso a la educación superior y a la atención médica. Harris ha sido clara en que su administración buscaría implementar políticas fiscales progresistas, con un aumento en los impuestos a las grandes corporaciones y a los individuos con mayores ingresos, para financiar programas sociales.
2. CAMBIO CLIMÁTICO Y TRANSICIÓN ENERGÉTICA
Uno de los puntos centrales de su campaña es la lucha contra el cambio climático. Harris ha prometido que su gobierno aceleraría la transición hacia energías renovables y establecería metas ambiciosas para reducir las emisiones de carbono. Esto incluiría la inversión en tecnología verde y la creación de empleos en el sector de energías limpias. Además, Harris ha expresado su intención de fortalecer las regulaciones ambientales, revirtiendo muchas de las políticas desreguladoras implementadas durante la administración de Trump.
Aunque Harris no se ha pronunciado en contra del “fracking” (una fracturación hidráulica para extraer petróleo del subsuelo), tampoco se ha manifestado en favor, lo que la distingue de Trump que la propugna.
3. EQUIDAD SOCIAL Y DERECHOS CIVILES
Harris, como exfiscal general de California, ha mostrado un fuerte compromiso con la reforma del sistema de justicia penal y la lucha contra la discriminación racial. Su gobierno, según lo mencionado en la entrevista, trabajaría para implementar políticas que promuevan la equidad racial y de género. Esto incluiría reformas en la policía, mejoras en el sistema de justicia para reducir el encarcelamiento masivo, y políticas de acción afirmativa para aumentar la representación de minorías en sectores clave. Lo anterior es interesante desde que la Suprema Corte ultraconservadora, formada por jueces mayormente puestos por Trump se declararon en contra de acciones afirmativas y prohibieron a las universidades tomar en cuenta, “la raza” como un factor positivo de admisión en las universidades.
4. POLÍTICA EXTERIOR Y LIDERAZGO GLOBAL
En términos de política exterior, Harris ha señalado que su gobierno buscaría reconstruir las alianzas internacionales que fueron estresantes y debilitadas bajo la administración Trumpista. Harris aboga por una diplomacia multilateral fuerte, trabajando de la mano con organizaciones internacionales como la ONU y la OTAN para abordar desafíos globales como el cambio climático, la salud pública y la seguridad internacional. Además, se ha comprometido a mantener una postura firme frente a gobiernos autoritarios y a promover los derechos humanos a nivel global.
5. RETOS Y OPOSICIÓN
Un gobierno de Kamala Harris no estaría exento de desafíos. La polarización política en los Estados Unidos sigue siendo profunda, y es probable que Harris enfrente una fuerte oposición tanto en el Congreso como en ciertos sectores de la sociedad que ven sus políticas como demasiado progresistas. El Congreso y el Senado serán claves para determinar si este gobierno anticipado es como ahora lo describo o si estará paralizado por la oposición de mayorías republicanas. Sin embargo, Harris ha demostrado ser una política hábil, capaz de navegar en un entorno político complejo y de mantener una coalición diversa a su lado.
6. RELACIONES CON MÉXICO
Esta sería una alianza estratégica y compleja. En lo que respecta a Continuidad y Cooperación en Seguridad y Migración Kamala Harris ha desempeñado un papel clave en la administración Biden en cuanto a la política migratoria y las relaciones con México. De llegar a la presidencia, es probable que continúe trabajando estrechamente con el gobierno mexicano en temas críticos como la seguridad fronteriza, el combate al narcotráfico, y la gestión de la migración. Harris ha dejado en claro que ve a México no sólo como un vecino, sino como un socio estratégico en la región. Habrá que ver si dos damas al frente de gobiernos, se entienden mejor, igual o peor que lo que sus antecesores varones lo han hecho.
Su administración podría fortalecer los programas conjuntos para abordar las causas fundamentales de la migración en Centroamérica, trabajando con México para implementar proyectos de desarrollo económico en los países de origen de los migrantes. Además, Harris ha mostrado interés en reformar el sistema de asilo y en crear vías legales más amplias para la migración, lo cual implicaría una colaboración estrecha con México.
En lo que se refiere al Comercio y Desarrollo Económico Harris buscaría expandir la cooperación comercial bajo el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Es probable que promueva políticas que incentiven el comercio justo y el desarrollo económico en ambos países, mientras busca abordar temas como el trabajo infantil y las condiciones laborales en México. Harris podría presionar para que México mejore sus estándares laborales y ambientales, alineándolos más estrechamente con los de Estados Unidos.
El cambio climático sería un eje central en las relaciones entre los dos países. México sufrió en la actual administración a punto de terminar de un retroceso en promover las fuentes alternativas de energía y se concentró en el petróleo. Harris podría fomentar una mayor colaboración con México en la transición hacia energías renovables, buscando alianzas para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y promover proyectos de energía limpia. Esto podría incluir inversiones conjuntas en infraestructura verde y la creación de empleos en el sector energético en ambos lados de la frontera.
En la Diplomacia y Derechos Humanos Harris ha sido una defensora vocal de los derechos humanos, y bajo su presidencia, es probable que mantenga una postura firme sobre estos temas en su relación con México. Esto podría incluir un enfoque más crítico en temas de derechos humanos, libertad de prensa y justicia en México. No obstante, Harris tendría que equilibrar estas preocupaciones con la necesidad de mantener una relación de cooperación en áreas de interés mutuo, como la seguridad y el comercio.
Aunque la relación con México bajo un gobierno de Harris se centraría en la cooperación, también habría retos y obviamente problemas. Las diferencias en políticas energéticas, migratorias y laborales podrían generar tensiones, especialmente si Harris busca una postura más firme en cuestiones ambientales y de derechos laborales. Sin embargo, su experiencia como vicepresidenta sugiere que buscaría soluciones diplomáticas y acuerdos que beneficien a ambos países, priorizando siempre el diálogo y la colaboración.
CONCLUSIÓN
Un gobierno liderado por Kamala Harris probablemente continuaría muchas de las políticas iniciadas por la administración Biden, pero con un enfoque más acentuado en la equidad social y la justicia climática. Su mandato podría representar un cambio significativo en áreas clave como la economía, el medio ambiente y los derechos civiles, y su éxito dependerá en gran medida de su capacidad para unir al país, superar la resistencia de sus opositores y los resultados electorales de congresistas (diputados) y senadores.
Bajo un gobierno de Kamala Harris, las relaciones entre México y Estados Unidos probablemente estarían marcadas por una mezcla de continuidad y nuevos enfoques. Harris buscaría fortalecer la alianza en seguridad y migración, mientras impulsa una agenda de comercio justo, derechos humanos y acción climática, lo cual podría redefinir las dinámicas entre ambas naciones en los años por venir.