121-106: Embiid y Harden siguen invictos y Bulls suman 5 derrotas seguidas

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Embiid (c) machacó a los Bulls de principio a fin y acabó con 43 puntos y 14 rebotes mientras que Harden aportó 16 puntos, 8 rebotes y 14 asistencias. Foto de archivo. EFE/EPA/ERIK S. LESSER

Redacción Deportes (EE.UU.), (EFE).- Los Philadelphia 76ers sonríen cuando Joel Embiid y James Harden juegan juntos. El dúo estelar de los Sixers ha ganado los cinco partidos que ha disputado hasta ahora y derrotó a unos Chicago Bulls en caída libre y que encadenaron su quinta derrota consecutiva (121-106).
Embiid machacó a los Bulls de principio a fin y acabó con 43 puntos y 14 rebotes mientras que Harden aportó 16 puntos, 8 rebotes y 14 asistencias.
Harden metió un solo triple en toda la noche, el que le permitió igualar a Reggie Miller como el tercer mejor tirador desde el perímetro de la historia de la NBA (2.560 triples).
Por parte de unos Bulls que siguen perdiendo fuelle en el Este los mejores fueron Zach LaVine (26 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias) y DeMar DeRozan (23 puntos, 11 rebotes y 8 asistencias).
Los de Chicago echaron de menos a los lesionados Nikola Vucevic, Alex Caruso y Lonzo Ball mientras que los Sixers contaron con el debut de DeAndre Jordan, recientemente cortado por Los Angeles Lakers.
Los Bulls aguantaron el tirón de los Sixers hasta el final y dominaron el rebote (48 por 38), pero no estuvieron muy finos en la puntería (44,8 % en tiros de campo y 33,3 % en triples).
En cambio, el conjunto de Filadelfia ha ganado 8 de sus últimos 10 encuentros y llegará en plena forma al morboso duelo del jueves en el que Harden se medirá a sus excompañeros de los Brooklyn Nets.

EMBIID NO ENCUENTRA RIVAL
DeMar DeRozan, uno de las estrellas más fiables y constantes de la NBA esta temporada, prendió la mecha de unos Bulls con mucha confianza en el tiro en los primeros minutos (10-14 con 6.47).
Joel Embiid se encargó de plantar cara a DeRozan, pero fueron cuatro triples seguidos (dos de Georges Niang, uno de James Harden y otro más de Danny Green) los que crearon la ventaja de los Sixers tras el primer cuarto (37-32).
Los Bulls partían con inferioridad en la pintura ya que el pívot Nikola Vucevic fue baja de última hora por molestias en los isquiotibiales.
Sin embargo, los de Chicago sumaron esfuerzos en la pelea interior, no se acobardaron ante Embiid y lograron 10 rebotes ofensivos en la primera mitad aprovechándose de unos Sixers demasiado despistados.
En cualquier caso, Embiid (19 puntos al descanso) fue un dolor de cabeza continuo para unos Bulls muy tristes en el perímetro (3 de 12) y los Sixers se marcharon al vestuario con la sensación de que iban por delante sin ni siquiera pisar el acelerador a fondo (59-53).
Extrañamente silencioso en la primera mitad con solo 8 puntos, Zach LaVine alzó la voz en la reanudación con dos triples seguidos.
Pero Embiid contrarrestó su reacción con una nueva avalancha sobre unos Bulls que no encontraban muros para detener al genial pívot de los Sixers (78-63 con 5.30 por jugarse).
Además, Embiid forzó en el tercer cuarto la quinta falta de un Tristan Thompson que no fue rival para él en ningún momento.
Con un Harden cada vez más suelto en la distribución y un Embiid que metió 19 puntos solo en el tercer parcial, los Sixers ampliaron su diferencia pero no lograron despegarse del todo de los Bulls antes de los últimos doce minutos (88-77).
Ya en el cuarto definitivo, los de Chicago explotaron el respiro en el banquillo de Embiid y usaron un quinteto muy bajo (DeRozan era el más alto) para acercarse en el marcador con un baloncesto más eléctrico y agresivo (90-83 a falta de 10.32).
Dos triples más de Niang contuvieron el entusiasmo visitante y Embiid regresó para marcar territorio con un enorme mate sobre Thompson (103-90 con 6.01 en el reloj).
LaVine fue el responsable de que los Bulls llegaran con opciones hasta la recta final, pero Tyrese Maxey, espléndido en el último cuarto con 13 puntos, cerró la victoria local.

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