Según un estudio publicado en el Journal of Affective Disorders, las drogas psicodélicas disminuyen de forma persistente síntomas de ansiedad y depresión
Experiencias producto de drogas psicodélicas podrían estar relacionadas con una reducción persistente de síntomas de ansiedad y depresión, según un estudio por el Journal of Affective Disorders. El estudio es el primero en clasificar subtipos de experiencias psicodélicas subjetivas y vincular los resultados a la salud mental.
La muestra de casi mil personas incluyó usuarios de psilocibina (hongos), LSD, Ayahuasca, mescalina, peyote y 5-MeO-DMT. Mediante una encuesta sobre sus experiencias previas no clínicas con drogas psicodélicas, el análisis se basó en lo que los participantes experimentaron. Por ejemplo, la naturaleza de su experiencia, es decir, si fue mística o si agudizó su percepción de la realidad o eventos pasados.
Quienes obtuvieron puntajes más altos respecto a lo místico de su experiencia en los cuestionarios, presentaron mejoras persistentes contra síntomas de ansiedad y depresión. El análisis también sugiere que la percepción de una experiencia desafiante, aterradora o desestabilizadora por el usuario, logra resultados positivos. Sobre todo si el contexto es encaminado a una experiencia mística y perspicaz. Tal situación resulta útil para los profesionales mientras guían a los pacientes a través de ensayos clínicos para probar el potencial terapéutico de los psicodélicos.
“A veces, el desafío surge porque es una experiencia intensamente mística y perspicaz que puede, en sí misma, ser un desafío, mientras que en el entorno de la investigación clínica, se hace todo lo posible por crear entornos seguros y de apoyo. Pero cuando surgen desafíos, es importante comprender que en realidad, las experiencias desafiantes pueden estar relacionadas con resultados positivos”, dijo el autor principal Alan Davis , profesor asistente y director del Centro para la Investigación y Educación de Drogas Psicodélicas en el Ohio State University.
Dichos datos son parte de un trabajo anterior dirigido por Davis, basado también en una encuesta anónima a través de Internet. Los participantes informaron haber tenido experiencias psicodélicas de moderadas a fuertes en el pasado y los cambios resultantes en sus síntomas de ansiedad y depresión. Las respuestas fueron independientes al grado o nivel de los síntomas previo a la experiencia psicodélica.
Además, los 985 participantes describieron las sustancias usadas y evaluaron hasta qué punto su experiencia psicodélica fue mística. Es decir, si evocaba sensaciones de conciencia pura, estado de ánimo positivo y/o trascendencia del tiempo y el espacio, difíciles de describir con palabras. Aunado a si obtuvieron una visión aguda de recuerdos, emociones, relaciones, comportamientos o creencias. Analizar los datos arrojó algunas tendencias:
•El grupo de puntaje positivo cuya experiencia podría considerarse óptima (puntajes altos en misticismo y perspicacia y puntajes bajos en desafíos) tendía a ser más joven que los participantes en los otros grupos.
•Entre las personas que obtuvieron la puntuación más alta en experiencias desafiantes, hubo una mayor proporción de personas que habían tomado grandes dosis de drogas psicodélicas.
•El subtipo de puntuación baja tenía puntuaciones más bajas de flexibilidad psicológica, ansiedad y depresión antes de la experiencia psicodélica, y mejoras más bajas en esos síntomas y satisfacción con la vida que los otros dos subtipos.
Por último, Alan Davis dijo que observará si los subtipos de experiencias aplican en entornos clínicos, incluso donde estudian la terapia asistida por psilocibina, cuya finalidad es aliviar los trastornos de estrés postraumático entre los veteranos militares.
“Encontrar la variedad de otros resultados con los que estos subtipos podrían estar relacionados es un siguiente paso interesante”, dijo. “Estos podrían incluir resultados adaptativos o funcionales en la calidad de vida o el bienestar de las personas, o una mejor comprensión del propósito o las relaciones de su vida”.