Ciudad de México, (EFE).- Los últimos tres años de Adriel Favela fueron oscuros por problemas de adicciones, la muerte de alguien muy cercano y pleitos legales que inundaron la vida de este cantante de regional mexicano que ahora, alejado de toda esa oscuridad, renace y cuenta su historia en su disco “Cosas del diablo”.
“Ha sido una liberación soltar todo, acá en México hablar del diablo es muy fuerte, como algo muy malo y eso es lo que precisamente buscaba. Yo siempre he dicho que los problemas para poderlos sobrellevar se tienen que ver de frente y este disco es un desahogo de un proceso oscuro y de por qué quiero salir de ello”, cuenta Favela en entrevista con Efe.
Sin pensar en un concepto general para el disco, el intérprete (California, 1992) cuenta que su proceso creativo fue muy distinto a lo que estaba acostumbrado.
Cada canción nació “conforme a los problemas que me llegaban”, dice.
“Es un disco que se armó en un rango de tiempo de tres años. En ese tiempo lidié con alcoholismo, drogadicción, rupturas amorosas y el fallecimiento de mi abuela, que fue prácticamente quien me crió. Fue un proceso muy difícil el poder conocerme y poder abrirme de esta forma”, explica.
En 14 canciones, Favela narra su descenso al infierno y los aprendizajes que surgieron de esas malas experiencias y considera que si el recibimiento del disco hasta ahora ha sido bueno es porque se ha mostrado honesto y como la persona “común y corriente” que es.
COLABORACIONES GENUINAS
“El colaborar está en nosotros, ya no en las disqueras”, sostiene Favela, quien en su álbum contó con la participación de artistas como El Bala, Brandon Reyes, Elvin, Carín León, entre otros.
Pero que con anterioridad también ha colaborado con otros tantos como C. Tangana, Leon Leiden o los comediantes de “La Cotorrisa”, Ricardo Pérez y Slobotzky, y Alex Strecci, con quienes hizo el “himno” “Contigo no fue”.
“Va a sonar muy cabrón pero el tema de las colaboraciones es de mucha vibra, es muy de hacer ‘click’ real. Cuando colaboras con una persona te casas, y el compromiso es importante, tienes que darle a la gente un combo completo”, apunta.
Asimismo, aplaude que el ambiente en el regional mexicano haya ido mejorando con el tiempo.
Además de que la diversificación tanto de la parte visual, sonora y temática del género se haya ido transformando, pues le parece importante que la variedad y riqueza de México también se refleje en sus artistas y en la manera en la que hacen música.
“Estamos en un tiempo en donde se acepta de todo y se vale de todo. Es bonito que no nos castiguemos ni nos señalemos. Yo veo más apoyo dentro del regional, ya nos hemos tirado muchísima mierda muchos años y el mundo está patas para arriba como para que también estemos dando un mensaje pendejo (tonto)”, asevera.
CAMBIAR LA PÁGINA
Ahora, Favela trabaja en la segunda parte del disco que espera lanzar a finales de noviembre y adelanta que en este proyecto indaga en la contraparte del ambiente lúgubre que logró en “Cosas del diablo”.
“El concepto es mucho más maduro, en ‘Cosas del diablo’ no hablaba de nadie más que de mí, y en ese sentido creo que la vida habla de todos menos de uno, el aprender a vivir es aprender a convivir con los demás”, menciona.
Además, está enfocado en sus proyectos como productor de Esperanto Music, un subsello que creó en el que junto a Fonovisa Records y Universal Music está impulsando talentos nuevos.
“Llevo los mismos tres años trabajando en Esperanto, le estamos dando espacio a nuevos artistas como Estibaliz Badiola, Brandon Reyes, El Bala y 3 Caleb, me siento como un papá musical de todos ellos, como guajolote”, finaliza.