Miami, (EFE).- La puertorriqueña Elizabeth Yeampierre, una de las principales ambientalistas latinas de Estados Unidos, lucha por “cambiar el corazón y la mentalidad de la gente” sobre las consecuencias del cambio climático, que en su opinión casi nadie toma en serio en este país.
“La crisis es gravísima, pero no le damos la seriedad suficiente”, declaró en una entrevista con Efe, y advirtió sobre los terremotos, inundaciones, incendios y tornados que azotan a menudo a EE.UU.
“Cada tormenta es más grave que la otra. La gente se está muriendo, hay más enfermedades y la diversidad biológica está desapareciendo”, dijo la abogada nacida en Nueva York y abanderada de la justicia ambiental.
“La lucha contra el cambio climático tiene que ser prioritaria, tanto para gobiernos como para las personas en general. Hay que tener en cuenta que el planeta se queda, pero nosotros vamos a desaparecer”, afirmó.
Yeampierre colaboró con los alcaldes demócratas de Nueva York Mike Bloomberg (2002-2013) y Bill de Blasio (2014-2021), así como con el presidente Barack Obama (2009-2017), todos ellos demócratas.
A la activista, quien fue la primera latina en presidir el Consejo Asesor Nacional de Justicia Ambiental de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), le preocupa que en el país predomine una “falta de urgencia” ante el problema climático.
En su opinión, el Gobierno del presidente Joe Biden tiene la oportunidad de “ser agresivo e invertir en soluciones de energía renovable”, pero consideró que el país no avanza con la premura necesaria.
DAR CON UNA MANO, QUITAR CON LA OTRA
“Mi madre me decía que muchas veces la gente da con una mano y quita con la otra, y eso es lo que ocurre”, señaló Yeampierre, y sostuvo que “el Gobierno invierte en energía renovable y tecnología, pero al mismo tiempo aumenta el uso de los combustibles fósiles y mantiene la dependencia”.
“Las corporaciones, que tienen gran responsabilidad en la contaminación, apelan a soluciones que las benefician económicamente y perjudican al medioambiente y a nuestras comunidades”, abundó.
Yeampierre es directora ejecutiva de la organización comunitaria latina UPROSE, que funciona en Sunset Park, Brooklyn (Nueva York), desde donde se ha proyectado como una de las principales “voces verdes”, dentro y fuera del país.
Allí llegó en la década de 1990 después de haber trabajado como defensora de los derechos civiles y de los indígenas, interesada en la justicia ambiental y en lograr una vida saludable para la comunidad.
“Vengo de la lucha, de una familia pobre que vivió en muchos lugares de la ciudad de Nueva York donde había mucha contaminación ambiental que afectaba nuestra salud. En los lugares donde viven los pobres la comida no es saludable, hay plomo en la pintura y se arrojan desechos”, recordó.
Su primera batalla fue contra la expansión de una autopista en Brooklyn, y más tarde abogó por una ley para proteger a los niños contra la contaminación por plomo. “A través de los años me volví una experta en justicia ambiental y gané muchas peleas”, dijo.
Después se involucró en el combate al impacto del cambio climático en las comunidades más vulnerables y la planificación del futuro de esos vecindarios, con trabajo y salud para sus habitantes.
MODERNIZAR FÁBRICAS
“Vivimos en comunidades donde existe tanta industria que contamina, pero la comunidad necesita de esa industria porque tenemos que trabajar”, dijo Yeampierre, quien no está de acuerdo con cerrar fábricas como única solución.
“Las personas tienen que seguir trabajando en lugares donde no las estén matando. Hay que buscar recursos para modernizar esas fábricas, para que sigan funcionando con prácticas saludables”, agregó la ambientalista.
Entre sus logros también destaca la creación de la primera cooperativa de energía solar del estado de Nueva York, y del Centro de Justicia Ambiental de Sunset Park, donde se reúnen y organizan líderes indígenas para planificar formas de adaptación al cambio del clima.
Otra de sus preocupaciones es la conservación en las bibliotecas de documentos, fotografías y otros materiales relacionados con la “historia y lucha” de los latinos en EE.UU, en particular de aquellos que han sufrido el impacto climático.
Yeampierre, que fue nombrada presidenta honoraria de la Semana de la Conservación de la Herencia, realizada a fines de abril por la Asociación Americana de Bibliotecas, dijo que “cuanto más sabemos sobre nuestra ascendencia, el poder de las personas que nos precedieron y lo que hicieron para que podamos estar aquí, podemos celebrar mejor quiénes somos y comprender nuestro poder”.
Para ella fue un honor la distinción, porque las bibliotecas son “lugares mágicos” para los latinos que no tienen recursos y quieren educarse, como le ocurrió a ella en su niñez.
“Fui la primera en la familia en estudiar e ir a la universidad. Recuerdo que lo primero que hizo mi madre fue llevarme a los 7 años a una biblioteca y me dejó ahí, donde me perdía en los libros y encontré un mundo de historias, imaginación y creatividad”, concluyó.