Cuando se trata de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y México, el candidato presidencial demócrata Bernie Sanders está tan despistado y es tan deshonesto como el presidente Donald Trump. ¡Y eso es mucho decir!
Durante el debate presidencial de los candidatos demócratas del martes, Sanders, uno de los favoritos en las encuestas para las primarias del 3 de febrero en Iowa, arremetió contra el recién negociado acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá, conocido como el TMEC.
“Este acuerdo dará como resultado la continuación de la pérdida de cientos de miles de empleos bien remunerados como resultado del outsourcing”, dijo Sanders. Agregó que “hemos forzado a los trabajadores estadounidenses a competir contra personas en México, en China, en otros lugares, que ganan salarios de hambre, de un dólar o dos dólares por hora”.
Las afirmaciones de Sanders sobre el TMEC, el acuerdo negociado por Trump que actualiza el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) de 1994, son falsas. La aseveración de Sanders de que se perderían un gran número de empleos estadounidenses está tan equivocada como las críticas anteriores de Trump sobre el TLCAN, y es tan engañosa como la absurda afirmación de Trump de que la mayoría de los inmigrantes indocumentados mexicanos son criminales y violadores.
De hecho, el TMEC tendría un impacto positivo en la economía de Estados Unidos, según un estudio de 2019 (https://www.usitc.gov/publications/332/pub4889.pdf) de la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos, una agencia independiente del gobierno estadounidense.
El estudio dice que el nuevo acuerdo comercial aumentaría el producto bruto de Estados Unidos en $68,200 millones y crearía 176,000 empleos. Gran parte de esos nuevos beneficios vendrían de nuevas normas para regular el comercio electrónico, del que se hablaba poco en el acuerdo original.
Además, el nuevo acuerdo establece nuevas reglas de origen para los fabricantes de automóviles, lo que aumentaría los salarios de los trabajadores automotrices en México y crearía más empleos para sus pares en Estados Unidos. La AFL-CIO, la organización sindical más importante de Estados Unidos, apoya el TMEC.
Sanders también dijo en el debate que votará en contra de la ratificación del TMEC porque no contiene suficientes cláusulas de protección ambiental. Pero muchos legisladores demócratas dicen que el nuevo acuerdo es una mejora significativa sobre su predecesor en temas ambientales.
Afortunadamente, todos los demás aspirantes demócratas en el debate del martes, incluida la senadora de centro izquierda Elizabeth Warren, apoyaron el TMEC. Warren dijo que el nuevo acuerdo comercial “es una mejora modesta”.
La mejor refutación de la diatriba de Sanders contra el TMEC vino de la senadora y precandidata Amy Klobuchar. Ella replicó durante el debate que las fábricas estadounidenses no podrán competir con China en los mercados mundiales si no pudieran comprar partes de bajo costo en México. Las exportaciones estadounidenses simplemente serían demasiado caras para que otros países las compren.
“Necesitamos un gran bloque comercial con Norteamérica para enfrentar a China”, dijo Klobuchar.
La postura proteccionista de Sanders, que consiste básicamente en culpar a México por la pérdida de empleos en Estados Unidos, está equivocada por dos razones adicionales. Son factores que Trump tampoco menciona, y que explota descaradamente desde la derecha en sus diatribas contra la inmigración.
Primero, los trabajadores estadounidenses no están siendo desplazados por inmigrantes mexicanos, sino principalmente por la automatización. No son los inmigrantes, sino los robots en las fábricas, las tabletas digitales en los restaurantes de comida rápida y los cajeros automáticos en los supermercados los que están sacudiendo el mercado laboral.
En segundo lugar, además del hecho de que el libre comercio con México ayuda a las fábricas estadounidenses a competir contra China, es en el mejor interés de Estados Unidos que crezca la economía mexicana. Sin libre comercio, la economía de México se desplomaría, habría más desempleo, y más emigración ilegal a Estados Unidos.
Lo cierto es que una marea en alza levanta a todos los barcos, y el TMEC beneficiaría a las tres economías de América del Norte. El aislacionismo comercial de Sanders y las diatribas contra la inmigración de Trump son dos caras de la misma moneda: el populismo barato. En materia de comercio, Sanders es peor que Trump.