NotiPress.- Sobrevivir al calor del verano puede resultar difícil, especialmente para quienes toman medicamentos que aumentan la sensibilidad al calor y al sol. Algunos fármacos, como ciertos analgésicos, medicamentos para bajar de peso y tratamientos para el TDAH, pueden intensificar la sensibilidad al calor y al sol.
El doctor Nish Shah del Hospital Houston Methodist explica para esta agencia de noticias como ciertos medicamentos afectan la capacidad del cuerpo para regular la temperatura, elevando el riesgo de agotamiento por calor e insolación. Otros medicamentos pueden aumentar la sensibilidad de la piel al sol, provocando quemaduras y daños cutáneos. Entre los medicamentos que pueden incrementar la sensibilidad al calor se encuentran los diuréticos, los cuales ayudan a eliminar el exceso de líquidos del cuerpo, pero también pueden provocar deshidratación, dificultando así la regulación de la temperatura.
Los anticolinérgicos, usados para tratar varias afecciones, pueden reducir la producción de sudor, impidiendo que el cuerpo se enfríe adecuadamente. Los betabloqueantes se utilizan usualmente para problemas cardíacos, pueden ralentizar el ritmo cardíaco y afectar la circulación de la sangre, lo cual a la larga puede dificultar el enfriamiento corporal. Los estimulantes, recetados a menudo para el TDAH o para la pérdida de peso, elevan la tasa metabólica y generan más calor en el cuerpo. Además, algunos antidepresivos pueden alterar la regulación de la temperatura corporal, haciendo más difícil mantenerse fresco.
Además de afectar la capacidad del cuerpo para manejar el calor, algunos medicamentos pueden aumentar la sensibilidad al sol, incrementando el riesgo de quemaduras solares y daño en la piel. Por ejemplo, ciertos antibióticos, como la doxiciclina y la ciprofloxacina, pueden reaccionar con la luz solar y dañar las células de la piel. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides, como el ibuprofeno y el naproxeno, también pueden causar reacciones adversas cuando la piel se expone al sol. Los diuréticos, especialmente las tiazidas, pueden aumentar el riesgo de fotosensibilidad, mientras que los retinoides, utilizados en el tratamiento de ciertas afecciones de la piel, pueden reducir la protección natural de la piel contra los rayos UV. Además, algunos antidepresivos tricíclicos pueden hacer que la piel sea más sensible a la luz ultravioleta, mencionó el especialista en información para NotiPress.
Es crucial conocer los posibles efectos secundarios de los medicamentos y consultar a un médico sobre cómo manejar estos riesgos, especialmente durante los meses de calor. Mantenerse hidratado, buscar sombra o áreas frescas, usar ropa ligera y aplicar protector solar son medidas importantes para quienes se medican con estos componentes. También es fundamental estar atento a los síntomas de agotamiento por calor e insolación, como mareos y sudoración excesiva, y buscar atención médica si es necesario.
Si ocurre un golpe de calor, una emergencia médica, se debe mover a la persona afectada a un lugar fresco, aflojar o quitar la ropa, y aplicar compresas de hielo o toallas húmedas en las axilas y la ingle mientras se espera la llegada de ayuda médica.