Los Ángeles (EE.UU.), (EFE).- Los creadores de ‘No Other Land’, el palestino Basel Adra y el israelí Yuval Abraham, ganadores del Óscar a mejor documental, pidieron que se trabaje en una solución conjunta para poner fin al conflicto en Palestina.
“Nuestras voces unidas son más fuertes”, dijo el israelí Abraham en un discurso cargado de mensajes políticos, en el que pidió la liberación de los rehenes israelíes tras los ataques del grupo islamista Hamás del 7 de octubre de 2023.
“Cuando miro a Basel (Adra), veo a mi hermano, pero somos desiguales”, agregó el periodista, haciendo alusiones a las diferencias sociales y políticas que persisten entre ambos por el hecho de ser uno palestino y otro israelí.
“Hay un camino diferente, una solución política sin ninguna supremacía de los derechos nacionales para ambos pueblos” y la política exterior de EE.UU. “está ayudando a bloquear el camino” hacia la solución de los dos Estados, afirmó Abraham.
Adra, por su parte, que se convirtió en padre hace dos meses, desea que su hija no tenga que vivir la misma vida que le tocó a él, “sintiendo siempre la violencia sutil, las demoliciones de viviendas y el desplazamiento espiritual” de su comunidad, Massafer Yatta, donde se rodó el documental.
“Ninguna otra tierra refleja la dura realidad que hemos estado soportando durante décadas y aún resistimos, mientras hacemos un llamado al mundo para que tome acciones serias para detener la injusticia y detener la limpieza étnica del pueblo palestino”, sentenció.
‘No Other Land’ abarca cinco años de grabaciones (2019-2023) en el hogar de Adra, el conjunto de aldeas en Masafer Yatta (Cisjordania) que sufrió en ese periodo demoliciones de viviendas, escuelas, pozos de agua y carreteras ante la conversión de la zona en un campo de entrenamiento de Defensa israelí aprobado por Jerusalén.
Abraham, como periodista, pudo tener libertad de movimiento para desplazarse por las zonas mientras Adra trata de elevar la lucha de supervivencia de su pueblo a una plataforma más amplia.
Su complicada amistad da esperanza a ambos territorios para convivir en un mismo trozo de tierra por el que se han librado mil batallas y que desde el comienzo de la ofensiva israelí, en octubre de 2023 tras el ataque del grupo islamista Hamás, se ha cobrado la vida de casi 50.000 personas, la mayoría palestinos.