San José, (Notimex).- El expresidente de Costa de Rica, Óscar Arias, sumó hoy la quinta acusación en su contra por acoso sexual en el transcurso de una semana, hechos que de resultar ciertos contrastan con su influyente perfil político en Centroamérica, que le hizo merecedor del Premio Nobel de la Paz en 1987.
El primer caso se dio a conocer el lunes pasado, cuando la doctora y activista antibélica Alexandra Arce von Herold presentó su denuncia por acoso sexual ante la Fiscalía Adjunta de Género.
La activista costarricense argumentó que los hechos ocurrieron en 2014, en casa del exmandatario en Rohrmoser, cuando colaboró con Arias, y que hace su denuncia porque es hasta ahora que existe un contexto internacional de apoyo.
La víspera trascendieron acusaciones de tres mujeres más, las periodistas Nono Antillón, Emma Daly y Mónica Morales, quienes relataron a medios locales de prensa sus respectivas experiencias con Arias.
La costarricense Antillón denunció a Arias por “toquetearla” cuando colaboró con él hace 35 años, como su asesora de prensa, y afirmó: “no denuncié porque jamás en aquella época hubiera podido hacerme escuchar y la verdad es que ahora me parece que yo me debía esto”. “Si me llaman a declarar, ni lo pienso”, dijo.
Agregó que sufrió hostigamiento de parte de Arias, cuando él era candidato presidencial para las elecciones de 1986.
A su vez, la británica Daly, quien ahora es directora de comunicaciones de Human Rights Watch, señaló que está dispuesta a colaborar sobre lo que pasó con Arias en 1990, cuando realizó una visita al exmandatario en Managua. Ella vivió en este país en ese entonces y laboraba para el diario en inglés The Tico Times.
Morales, de la revista Perfil, publicó la víspera que Arias la hizo pasar “un momento incómodo” durante una entrevista en 2013, al insinuarle con la mirada que se sentara en sus piernas.
A la lista se sumó este jueves Marta Araya Marroni, quien editó el libro de Arias titulado “Con velas, timón y brújulas” y afirmó al diario local digital The Tico Times que el exjefe de Estado la hostigó varias ocasiones en 2012, cuando lo asistía mientras escribía el libro.
Marroni, quien en ese entonces era coordinadora de proyectos editoriales en Librería Internacional, aseguró que Arias era respetuoso “hasta que ya no lo fue” y que comparte su, “no tan grave”, experiencia “para apoyar a otras mujeres a quienes la gente no cree”.
Arias, de 78 años de edad, se manifestó al respecto desde las dos primeras acusaciones, rechazando los hechos.
A través de su abogado, Rodolfo Brenes, el exmandatario negó haber actuado “irrespetando la voluntad de ninguna mujer” y que no haría más referencia sobre denuncias que no se hayan presentado de manera oficial ante ninguna autoridad, mientras se acumulan las acusaciones.
Arias fue presidente de Costa Rica de 1986 a 1990 y de 2006 a 2010, y su influencia en Centroamérica radica además por sus esfuerzos en la promoción de la paz en la región, que lo hicieron merecedor del Premio Nobel de la Paz en 1987.
Obtuvo dicho galardón por “un plan diseñado para poner fin a las guerras civiles que devastaron la región y se convirtió en un paladín de la lucha mundial contra la proliferación de armas.
De acuerdo con la organización sin fines de lucro United for Human Rigths, Arias se convirtió en un político reconocido a nivel internacional apenas comenzaba su Presidencia por sus esfuerzos por reducir la violencia en América Central.
Arias, quien nació en una familia de clase alta y recibió un título de posgrado en Inglaterra, creó la “Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano”, que se decida a la promoción de la democracia, la igualdad de género, el desarme y la desmilitarización.
Arias es militante del Partido de Liberación Nacional (PLN), organismo político que lo llevó a la presidencia del país, pero que ante el estallido del escándalo algunos de sus organos internos como el Comité de Ética y la Fiscalía han manifestado dudas sobre su permanencia en ñla institución.