Directora de la primera “rom com” musulmana en EEUU: “No somos monolíticas”

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Fotografía cedida por Salazar PR donde aparece la directora Iman Zawahry, nacida y criada en Florida (EE.UU.) donde actualmente es profesora en la Universidad de Florida en Gainesville, y cuya ópera prima, "American-ish", abrirá este jueves la trigésimo sexta edición del Festival Internacional de Cine de Fort Lauderdale. EFE/Salazar PR

Miami, (EFE).- La directora Iman Zawahry quiere que su debut en el largometraje, “American-ish”, considerada la primera comedia romántica musulmana filmada en EE.UU., sirva para que el espectador entienda que las mujeres musulmanas no son “monolíticas”, como dijo en una entrevista con Efe.
“Las mujeres musulmanas no son monolíticas, no son todas iguales, son independientes y quieren tener control de sus propias vidas, y también la pasan bien con las comedias románticas”, explicó la realizadora, nacida y criada en Florida, cuya ópera prima abrirá este jueves la trigésimo sexta edición del Festival Internacional de Cine de Fort Lauderdale (sureste de EEUU).
Ganadora, entre otros, de los premios del público en los festivales CAAMFest, en San Francisco (California), y el Asian American International Film Festival (AAIFF), que se celebra en Nueva York, la trama se ambienta en la ciudad de los rascacielos.
“American-ish”, que sigue por el circuito de festivales antes de su estreno formal, sigue a Maryam y Sam Khan, dos hermanas hijas de inmigrantes musulmanas de Queens, y a Ameera, una prima recién llegada que busca a un paquistaní-estadounidense con el que casarse.
Una amante de las comedias de los años 80, Zawahry dice “honrar” esta tradición con la elección de sus personajes protagonistas: mujeres en edad de casarse, que no pierden el foco en sus carreras profesionales y tratan de hallar el “complejo” balance entre lo anterior y sus aspiraciones personales y tradiciones, con la feminidad actual de trasfondo.
“American-ish” aborda también la particularidad de las “comunidades inmigrantes tratando de comprender su entorno”, no exento de discriminación y racismo.
“Esa es la gran diferencia. Estamos hablando de racismo en la comunidad musulmana y fuera de la comunidad, y también de cómo es ser un musulmán-estadounidense y cómo es ser la única mujer en la oficina”, como es el caso del personaje de Sam, interpretado por Aizzah Fatima, quien es también coguionista de la película.

SER MUSULMANA EN FLORIDA
Actualmente profesora en la Universidad de Florida, en Gainesville, Zawahry nació y se crió en Panama City, en el extremo noroeste de este sureño estado. Es una pequeña localidad de escasa población inmigrante y de color.
Relató que su familia fue acogida por la comunidad afroamericana local y, claro, afrontó no pocas situaciones de racismo, aunque en su caso su respuesta fue tomarlo con humor y hacer bromas en casa sobre ello.
La cosa empeoró cuando se decidió a llevar un pañuelo en la cabeza. “Luego hablas y la gente dice: ‘oh, ok, ella es cool'”, dijo sonriendo.
La directora pretende por ello que su película eduque, muestre a la comunidad musulmana en Estados Unidos lejos del estereotipo de los “terroristas enojados y las mujeres reprimidas y sin voz”, como ya lo hiciera “Ramy” la serie de la plataforma Hulu que muestra a un joven musulmán navegando por las aguas turbulentas de la “biculturalidad”.
Zawahry saca a colación que el creador de esa serie, el comediante Ramy Youssef, ganador de un Globo de Oro por dicha producción, había llamado la atención sobre la necesidad de otra producción similar pero desde la perspectiva femenina.
“Que muestre a las mujeres musulmanas como gente común y corriente, con anhelos e ideales, especialmente las de la primera generación”, ahondó la realizadora.

DISTRIBUCIÓN EN SALAS
A Zawahry le queda todavía un trecho por festivales, con uno en Hawai en el horizonte, para proyectar esta película lograda, como dijo, tras no pocos esfuerzos y gracias a fondos logrados al 100 % de donantes de la comunidad musulmana, y en especial de mujeres.
Antes de cerrar su distribución en plataformas, la directora espera lograr que su ópera prima logre ser estrenada en salas de cine, un deseo confirmado tras el pase de la película en la cita cinéfila de San Francisco, una experiencia que la embargó de emociones.
“Fue uno de los mejores días de mi vida”, señaló, tras recordar las sensaciones al escuchar al público reír de las bromas que había escrito en el guión, sin saber qué respuesta tendrían, así como de ver a las salas colgando el letrero de “localidades agotadas”.
La directora, que ha participado en varias películas que se han proyectado en más de un centenar de salas en todo el mundo, tiene otros proyectos en preproducción, uno de ellos relacionado a su infancia en Panama City y otro que la llevaría a la comunidad musulmana en Países Bajos.
“Siento que tengo que hacer algo con mi arte, expresar mi activismo a través del cine”, explicó.

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