Barcelona, (EFE).- El Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó cumple su 70ª edición recuperando los ingresos prepandemia e iniciando una nueva era, la que debe liderar el español Carlos Alcaraz en la parcela deportiva.
Pese a la baja del doce veces campeón Rafael Nadal, la indiscutible estrella del torneo durante los tres últimos lustros, el abierto barcelonés goza de una excelente salud, tanto económica como deportiva, que le mantienen como uno de los mejores ATP 500 del circuito y un evento de referencia para la sociedad civil catalana.
“Es muy especial jugar en casa y que un martes ya esté prácticamente la pista llena. Tener a tanta gente esperando tanto tiempo a que le firme un autógrafo o me haga una foto es algo que llevo con naturalidad, pero es superbonito tener a tantos aficionados pendiente de mí”, confiesa Alcaraz, que a sus 19 años defiende el título y ya ha sido número uno del ranking mundial.
Parece que la ‘Carlitosmanía’ ha llegado para quedarse en el RCT Barcelona-1899, uno de eso clubes centenarios donde se respira una atmósfera especial, esa que solo desprenden los lugares con mucha historia. Y es que aquí han ganado leyendas como Roy Emerson, Manuel Santana, Manuel Orantes, Ilie Nastase, Bjorn Borg, Ivan Lendl, Mats Wilander o el propio Rafa Nadal.
Con Alcaraz como nuevo estandarte, la organización del abierto barcelonés confía en superar en 2023 los 13 millones de ingresos, esa cifra récord que consiguió en 2019, antes de que la pandemia cancelara el torneo al año siguiente y obligara a disputar el de 2021 a medio gas.
“Estamos muy emocionados porque va a ser el Godó con más ingresos de la historia: estamos un 45% por encima de los ingresos del año anterior por estas fechas, y solo en ticketing hemos aumentado la facturación en un 60%”, avanzó el consejero delegado del torneo, Xavier Pujol, el día de la presentación del evento.
Para lograr superar la facturación prepandemia, la organización está realizando un plan inversor de cinco millones de euros, que culminará en 2025 y del que ya se ha ejecutado en torno al 80%, según informa Expansión.
De esta inversión, tres millones de euros corresponden a infraestructura y entorno, y el resto a sostenibilidad y digitalización, donde ya se empieza a notar la mano de Tennium, que relevó a IMG en la organización del torneo en 2021 y que recientemente se ha adjudicado la organización de la fase final de la Copa Davis.
En cuanto a sostenibilidad, el Godó ha ido ampliando su programa ‘Play for the Planet’ (Juega por el Planeta), que contempla, entre otras cosas, que el torneo tenga un centro para la gestión de residuos, luces LED en todas las pistas, el reciclaje de los vasos, los cordajes y las pelotas que se utilizan en los entrenamientos y partidos, brigadas de voluntarios para sensibilizar al público o la apuesta por el transporte sostenible.
Además, en 2024 se convertirá en el primer ATP 500 cien por cien sostenible en cuanto al riego de pistas y jardines, merced a un proyecto de reutilización de las aguas de las duchas y el aprovechamiento del agua pluvial.
Para acometer la obra, que durará cinco meses y será financiada en un 30% por los fondos Next Generation de la Unión Europea, el RCT Barcelona-1899 cuenta como socios con Aguas de Barcelona (AGBAR); la multinacional alemana ACO, líder mundial en tecnología de drenaje; y CENPAS, una ingeniería especializada en proyectos de eficiencia energética.
Con Banc Sabadell un año más como patrocinador principal, el torneo cuenta también con el apoyo de las instituciones -Ayuntamiento de Barcelona y Generalitat de Cataluña- además del Grupo Godó, Orange, Emirates, Cupra, Cepsa, Rolex, Dunlop, Isdin y Font Vella. Y este año se han añadido a la nóminas de esponsors Cava Vilarnau, Mango y Occident, entre otros.
Este respaldo económico permite que el Barcelona Open sea el tercer ATP 500 que más dinero reparte en premios (2.722.480 euros), solo superado por los torneos de Pekín y Dubai.
Un evento deportivo y social que ha sido premiado varias veces por la ATP por el trato dispensado a los jugadores, la calidad de sus instalaciones o su servicio de prensa. Y que sigue gozando de una excelente salud y continúa evolucionando cada año pese a sus limitaciones de espacio: el de un club centenario que ya no puede crecer más, pero cuyo formato de Open 500 es tan atractivo como rentable.
Ginés Muñoz