Madrid, (Notimex).- Autos más eficientes y no contaminantes, aviones más rápidos y seguros, redes de comunicación súper veloces, todo es posible. La iniciativa europea The Graphene Flagship se esfuerza por colocar el grafeno en la vida diaria, aunque el camino es largo aún, considera su director Jari Kinaret.
El director de la mayor iniciativa europea de investigación respondió preguntas de Notimex sobre los alcances en la investigación del grafeno como material revolucionario que incidirá en casi todos los ámbitos productivos y económicos, luego de seis años de su arranque en 2013.
Kinaret dio cuenta de la fabricación de compuestos para aplicaciones aeroespaciales y automotrices para empresas como Aernnova Aerospace, Airbus y Grupo Antolin como parte de los avances orientados a llevar el grafeno de los laboratorios a la calle.
“El próximo año aumentaremos aún más nuestro esfuerzo en investigación aplicada y desarrollo, mientras continuamos apoyando activamente la investigación fundamental”, sostuvo el científico que se encuentra al frente de la iniciativa que cuenta con una financiación de mil millones de euros.
“También comenzaremos a trabajar en lo necesario para que Graphene Flagship siga activa hasta 2023 y más allá de ser posible, así como en la era de Horizon Europe”, añadió al referirse a otra iniciativa de la Unión Europea (UE) sobre investigación e innovación que se planea para el periodo 2021-2027.
Kinaret reconoció que las diferentes industrias avanzan a diferentes ritmos, por lo que el área de aplicación del grafeno que ha progresado más rápido es la de los compuestos y varios productos ya están disponibles en el mercado, por ejemplo, cascos para motocicleta y diversos equipos deportivos.
Los siguientes en llegar al mercado pueden ser las tecnologías de almacenamiento de energía, como los supercondensadores y las baterías, lo que se espera ocurra en unos tres años, añadió.
Para las aplicaciones electrónicas, existen más obstáculos debido a la necesidad de utilizar materiales de base de las más altas calidades, incorporarlos en sofisticados protocolos de fabricación e integrar los componentes producidos en sistemas integrales.
En algunos campos, como las tecnologías biomédicas o las aplicaciones de aviación, Kinaret indicó que los nuevos productos deben pasar por largos procedimientos de certificación y validación, y eso provoca más retrasos.
Por lo tanto, la aplicación a gran escala deberá esperar por lo menos cinco años o más.
Mientras tanto, productos especializados que pueden ser lucrativos a pequeña escala están comenzando a surgir, por ejemplo, los fotodetectores de embrión que permiten mediante una foto saber si una fruta está podrida antes de comprarla o comprobar la esterilización del líquido que consumiremos.
El físico finlandés también mencionó el monitoreo de la calidad y las técnicas de caracterización con base en las mediciones de terahertz desarrolladas por la Universidad Técnica de Dinamarca.
“Otros grandes logros incluyen el crecimiento de deposición química de vapor (CVD) de grafeno de muy alta calidad para aplicaciones electrónicas, desarrollado, a través de diferentes métodos, por los equipos de trabajo de RWTH y del Instituto Italiano de Tecnología”, señaló.
Afirmó que se creará una nueva iniciativa, una línea piloto experimental para la electrónica basada en grafeno, optoelectrónica (nexo entre los sistemas ópticos y los sistemas electrónicos) y sensores para enfrentar los desafíos de fabricación.
The Graphene Flagship también contribuye en los avances para aplicaciones específicas de grafeno a través de su programa “puntas de lanza”.
Kinaret explicó que estas “puntas de lanza” están motivadas por el mercado y por subproyectos dirigidos por la industria para crear prototipos (nivel de preparación de tecnología 6 o superior) en áreas donde las tecnologías relacionadas con el material tienen una ventaja sobre los enfoques competitivos.
En Core 3, la próxima fase del proyecto de The Graphene Flagship, el programa punta de lanza se ampliará para abarcar aproximadamente 30 por ciento de la financiación de la iniciativa de la Comisión Europea.
“Este es un movimiento audaz que muestra nuestro firme compromiso de maximizar el impacto” de la iniciativa, apuntó el profesor de Física en Chalmers, desde donde lleva el timón del barco.
Actualmente, seis proyectos punta de lanza están persiguiendo objetivos relacionados con la generación y el almacenamiento de energía, la optoelectrónica y la electrónica flexible y portátil.
En Core 3 esperamos tener 10 puntas de lanza que cubran áreas que incluyan aplicaciones automotrices, aeroespaciales, energéticas y fotónicas.
Respecto a la importancia del grafeno para la economía europea y el resto del mundo, el experto explicó que la característica distintiva es el financiamiento a largo plazo.
“Esto ha demostrado ser una forma eficiente de llevar conceptos avanzados desde las primeras etapas de desarrollo hasta su madurez”, enfatizó.
Señaló que los socios de la iniciativa ya han lanzado docenas de productos al mercado y han creado varias compañías novedosas para comercializar los resultados de su trabajo.
“Vemos -subrayó- que está surgiendo en Europa una red de valor entre las empresas, ya sean nuevas o viejas, grandes o pequeñas; lo anterior gracias al esfuerzo directo de The Graphene Flagship”.
La iniciativa científica europea arrancó en 2013 con un presupuesto de mil millones de euros para los siguientes 10 años y un equipo de investigadores académicos e industriales involucrados en 150 grupos en 23 países de la mancomunidad. Mil 200 personas bajo la coordinación de la Universidad de Tecnologías de Chalmers, en Gotemburgo (Suecia).