Washington, D.C. — El Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés) está construyendo un sistema automatizado que permitirá al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) acceder a millones de direcciones de contribuyentes “a demanda”, marcando un giro drástico respecto a las prácticas de confidencialidad mantenidas durante décadas, según un reciente informe de Government Executive que cita a ProPublica.
El plan—revelado en documentos internos—muestra que ICE enviaría hojas de cálculo con nombres, direcciones anteriores, fechas de órdenes de deportación y estatutos penales relevantes. El sistema emparejaría esa información con los registros del IRS y proporcionaría automáticamente las direcciones actuales, a menos que la solicitud carezca de los campos requeridos.
Esta medida sigue a la destitución, el mes pasado, de Andrew De Mello de su cargo como jefe interino del departamento legal del IRS, después de que se negara a cumplir con una solicitud de ICE de 7.3 millones de direcciones, citando “deficiencias legales” y protecciones incluidas en el memorando de entendimiento (MOU) firmado en abril entre el IRS y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Reacciones de actores clave:
El personal del IRS y defensores de la privacidad advierten que el sistema corre el riesgo de entregar direcciones incorrectas o desactualizadas, lo que podría derivar en acciones de cumplimiento erróneas—un ingeniero del IRS calificó este riesgo como “extremadamente probable”.
La Fundación Frontera Electrónica (EFF) y grupos legales argumentan que esta acción viola tanto el espíritu como la letra de las leyes de confidencialidad del IRS, señalando los riesgos de divulgaciones masivas y el debilitamiento de las protecciones instauradas tras el escándalo de Watergate.
Funcionarios del gobierno defienden que la medida es legal bajo los estatutos actuales (Código de Rentas Internas §6103) y que forma parte del cumplimiento de la promesa de campaña del presidente Trump sobre deportaciones a gran escala. La portavoz de la Casa Blanca, Abigail Jackson, afirmó que no se trata de un sistema de vigilancia, sino de una herramienta para localizar a “extranjeros ilegales con antecedentes penales”.
Aspectos clave del contexto:
El acuerdo de intercambio de datos comenzó bajo la administración Trump con un MOU firmado en abril que establecía ciertos “límites legales”, incluyendo la exigencia de demostrar una investigación criminal activa para cada individuo solicitado.
La reestructuración gubernamental bajo el nuevo “Departamento de Eficiencia Gubernamental” (DOGE, por sus siglas en inglés), encabezado por Elon Musk, ha influido en la transformación tecnológica del IRS, promoviendo sistemas centralizados al estilo Silicon Valley y bases de datos principales impulsadas por Palantir.
La controversia ha dado lugar a acciones legales—Public Citizen y otros grupos defensores han presentado demandas para bloquear temporalmente el uso del sistema, mientras que la EFF presentó un escrito amicus curiae instando a los tribunales a considerar las protecciones de privacidad derivadas de reformas posteriores a Watergate.
Sobre el IRS: Según la Sección 6103 del Código de Rentas Internas, el IRS tiene prohibido compartir declaraciones o información de declaraciones de impuestos, salvo en casos donde se apliquen excepciones específicas, normalmente en investigaciones criminales. Los críticos señalan que esta norma no contemplaba transferencias masivas y automatizadas como las actuales.
Próximos pasos:
El desafío legal avanzará ante la Corte de Apelaciones del Circuito del D.C., donde se evaluarán interpretaciones encontradas sobre divulgaciones “masivas” frente a solicitudes individualizadas bajo la ley vigente.
Podrían seguirse audiencias de supervisión en el Congreso, ya que senadores como Elizabeth Warren y Ron Wyden han solicitado aclaraciones sobre reasignaciones dentro del IRS y los accesos internos al sistema.
El rol del comisionado del IRS sigue siendo incierto, con múltiples renuncias de alto nivel—incluida la de De Mello el 27 de junio—lo que refleja una profunda discordia interna.