La escandalosa declaración del jefe de la OEA

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Por Andrés Oppenheimer

El Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, merece mucho crédito por su liderazgo en la lucha por la restauración de la democracia en Venezuela. Pero, desafortunadamente, al mismo tiempo está apoyando la consolidación de una dictadura en Bolivia.

Almagro, que se está postulando para un nuevo mandato como jefe de la OEA, visitó Bolivia el 17 de mayo, y sorprendentemente respaldó el intento inconstitucional del presidente Evo Morales de presentarse para un cuarto mandato consecutivo en las elecciones del 20 de octubre. Hasta hace poco, Almagro había criticado duramente el intento ilegal de reelección de Morales.

Pero ahora, en su reciente visita a Bolivia, Almagro declaró que “sería absolutamente discriminatorio” negar el derecho de Morales a postularse para un nuevo mandato. Un día después, Morales anunció oficialmente el inicio de su campaña de reelección, en medio de grandes titulares de que el Secretario General de la OEA la había avalado.

La Constitución de Bolivia prohíbe explícitamente más de dos mandatos consecutivos en la presidencia. Además, Morales había perdido un referéndum del 21 de febrero de 2016 que él mismo había convocado para tratar de cambiar esa cláusula constitucional y poder volver a postularse.

Además, el presidente boliviano, que está en el cargo desde 2005, había prometido repetidamente durante su anterior campaña de reelección en 2014 que no volvería a postularse.

El candidato opositor boliviano Carlos Mesa dijo en Twitter que existen “contradicciones vergonzosas de Almagro. Ayer decía que Evo Morales debe respetar el 21F (el referéndum del 21 de febrero del 2016), y hoy habla de “discriminación”. Mesa agregó que Almagro “se volvió funcional a este gobierno autoritario”.

En 2017, Almagro había pedido públicamente a Morales que respetara los resultados del referéndum de 2016 sobre la reelección. Almagro también había apoyado abiertamente el fallo de la Convención de Venecia, un órgano del Consejo Europeo, que había declarado inválidos los argumentos de Morales para postularse para un nuevo mandato.

Morales había usado el ridículo argumento de que prohibirle participar en las próximas elecciones violaría sus derechos humanos, porque la Convención de Derechos Humanos de la OEA dice que a nadie se le puede negar el derecho a postularse para un cargo, y los tratados internacionales tienen primacía sobre las leyes nacionales.

Más tarde, el Tribunal Constitucional de Bolivia –controlado por Morales– respaldó la opinión de Morales.

El ex-presidente Jorge Tuto Quiroga, ahora en la oposición, me dijo en una entrevista telefónica que “me temo que este cambio vergonzoso por parte de Almagro se debe al hecho de que está tratando de ser reelegido como jefe de la OEA, y necesita el voto de Bolivia”. Quiroga agregó que “Almagro está cometiendo el mismo pecado que Nicolás Maduro y Daniel Ortega: tratar de asegurar su reelección a cualquier costo”.

El escándalo de postulación inconstitucional de Morales debería hacer sonar las alarmas en todo el continente, porque está creando un precedente peligroso. El argumento de que no se les puede negar a los presidentes en ejercicio su derecho a la reelección indefinida porque eso violaría sus derechos humanos ya ha sido intentado en Costa Rica, Nicaragua y Honduras.

Si se consolida este precedente, podría ser usado por el presidente de México, o de cualquier otro país, para reelegirse en contra de las leyes de su país.

El jefe de gabinete de Almagro, Gonzalo Koncke, me dijo que si bien Almagro había pedido a Bolivia que respetara los resultados del referéndum de 2016, “hay otros elementos institucionales adicionales que no se pueden soslayar, como la decisión del Tribunal Constitucional de Bolivia (que validó una nueva postulación de Morales), y el hecho de que los órganos de la OEA aún no se han pronunciado sobre este tema “.

¡Hmmm! No me suena muy convincente. Aunque sigo aplaudiendo el apoyo de Almagro a la causa de la democracia en Venezuela, lamento que no esté haciendo lo mismo en Bolivia. Debe haber una mejor manera de ganar la reelección para la jefatura de la OEA que abandonando los principios democráticos.