Nueva York, (EFE).- El mensaje de esperanza de la marioneta gigante la Pequeña Amal, que representa a una niña siria refugiada, se acercó a la icónica biblioteca pública de la Quinta Avenida de Manhattan para concienciar a los neoyorquinos sobre los menores que se ven obligados a abandonar sus países por las guerras.
Los varios cientos de personas que esperaban su llegada o que detuvieron sus pasos para contemplarla recibieron entre aplausos a Amal, que se entretuvo a ratos saludando a niños, abrazando a uno de los leones que custodian la hemeroteca o pidiendo un perrito caliente en un puesto de la calle.
Amal, que en árabe significa esperanza, “representa a todos los niños que han sido desplazados por la violencia o por otras razones alrededor del mundo”, asegura a Efe el productor artístico de la visita de esta marioneta de 3,5 metros de altura a Nueva York, el colombiano Yazmany Arboleda.
El muñeco es el protagonista de la iniciativa “The Walk” (El camino), lanzado por la compañía de teatro Good Chance y cuyo objetivo es “darle una cara y un nombre a la crisis de los refugiados”.
Amal comenzó en junio de 2021 un viaje por numerosos países, que arrancó en Turquía y que la ha llevado por Grecia, Bélgica, Suiza, Alemania, Francia o Italia, donde fue recibida por el papa Francisco.
En Nueva York, a donde llegó ayer, estará hasta el 2 de octubre y en este tiempo participará en 55 eventos en los cinco distritos de la ciudad, incluida una visita a Naciones Unidas, la estatua de la Libertad o Times Square.
“La idea de la Pequeña Amal como títere es que el arte puede entrar en nuestras vidas y transformarlas, invocar a nuestra imaginación y a nuestra capacidad de ser creativos, de crear un mundo donde protegernos los unos a nosotros”, continúa Arboleda.
Por su parte, Susan Feldman, directora artística de la compañía St. Ann Warehouse, organizadora del viaje de Amal a Nueva York, insistió a Efe que Estados Unidos es un país de inmigrantes a quienes se les da la bienvenida.
Feldman, que destacó la crisis actual que está sufriendo Nueva York por el envío masivo de inmigrantes desde Texas, apuntó que la llegada de Amal pone de relieve que “es un buen momento para la empatía y la comprensión”.
La biblioteca pública de la Quinta Avenida recibió a Amal con dos grandes carteles en los que se podía leer “Conocimiento es poder” y “Lee libros prohibidos”.
Entre ambos mensajes, la marioneta, movida por un titiritero desde su interior y otras dos titiriteras que manejan sus largos brazos de madera, danzó como protagonista de un breve espectáculo en el que jugó con libros prohibidos que volaban como mariposas y con cometas de colores.
Al final, los participantes extendieron un cartel en el que se podía leer “Todos los niños necesitan un lugar seguro para soñar”.