Niños con Down, proclives a cardiopatías, hipotiroidismo y leucemia

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Guadalajara, (Notimex).- Patologías como las enfermedades cardiacas, hipotiroidismo y leucemia son frecuentes en población con síndrome de Down, advirtió el jefe de la División de Genética del Centro de Investigación Biomédica de Occidente (CIBO), Luis Figuera Villanueva.
“Desde etapas tempranas se recomienda intervenir al paciente con este diagnóstico brindándole manejo y vigilancia médica, así como rehabilitación física, con el fin de mejorar e incrementar su calidad de vida”, señaló el directivo del CIBO del IMSS en Jalisco.
Comentó que estos pacientes tienden a tener una expectativa de vida de hasta 30 años menos, comparado con personas que no presentan este síndrome, también denominado Trisomía 21.
El investigador afirmó que pueden concluir su ciclo de vida a los 60 años, toda vez que en su edad adulta tienden a presentar un envejecimiento acelerado o prematuro, incluso, algún tipo de demencia grave como el Alzheimer.
Al igual que en niños que no tienen el problema, Figuera Villanueva destacó la importancia de brindarles estimulación temprana para que puedan tener un mayor rendimiento dentro de la capacidad intelectual que alcanzan conforme a su coeficiente, que suele ser menor a 70.
Explicó que la Trisomía 21 ocurre debido a una alteración cromosómica que se origina porque el bebé cuenta con tres copias de cromosoma 21, en la mayoría de los casos el cromosoma extra lo aporta la madre.
Añadió que esto ocurre principalmente si ésta tuvo su embarazo siendo mayor a 35 años de edad.
La incidencia de la patología es frecuente, pues en promedio se registra en uno de cada 600 nacidos vivos.
Indicó que el síndrome de Down tiene variantes como la llamada Mosaico, en donde las características físicas son semejantes a las de un niño sin la enfermedad.
Dijo que especialmente el menor con Down debe recibir atención médica oportuna, para detectar de forma temprana signos de leucemia, toda vez que este tipo de cáncer puede llevarlo a la muerte en los primeros años de vida, además del riesgo de cardiopatía que puede ocasionar también la muerte temprana.
Añadió que es importante que los padres, ya sean primerizos o no, se acerquen a buscar asesoría genética para conocer las posibilidades de que sus hijos desarrollen el síndrome de Down, si en su familia hay antecedentes de la patología o, incluso, en embarazos anteriores se ha presentado la alteración cromosómica.
A través de una prueba se puede conocer si alguno de los padres o ambos portan la alteración cromosómica que da lugar al desarrollo del síndrome de Down.
Incluso en plena gestación, expuso, es también posible saber si un niño presenta Trisomia 21, a través de la realización de ecosonografía obstétrica.