Para La Red Hispana
A menos de siete meses de las elecciones del 5 de noviembre, escuchamos nuevamente que los latinos podrían ser decisivos en el desenlace.
De los 6 estados llamados “columpio” que podrían definir la elección presidencial en un sentido o en otro, Arizona y Nevada se perfilan como dos sitios clave donde el voto latino, en efecto, puede ser la diferencia.
En Arizona, alrededor de una cuarta parte de los votantes probables son de origen latino, de acuerdo con la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Elegidos y Nombrados (NALEO).
En Nevada, la situación es similar. Los latinos representan casi uno de cada cinco votantes registrados y tienden a ser más jóvenes y no afiliados a ninguno de los partidos principales que los no latinos.
Una compilación de encuestas, realizada por The New York Times y Siena College sugiere que el apoyo latino al presidente Joe Biden está debilitando en comparación con las elecciones presidenciales de 2020.
Un amplio estudio realizado esta semana por la organización UnidosUS, antes el Consejo nacional de la Raza, muestra que las principales preocupaciones de los votantes hispanos están, en este momento relacionadas con la economía.
Un 82% de las y los latinos entrevistados cita un aumento en los costos de alimentos y gastos básicos de vida. Un 76% mencionó costos para comprar o alquilar un lugar para vivir. 67% lista de precios del gas y el 51% cita el costo de los gastos relacionados con la atención médica, como medicamentos y visitas al médico.
Cuando se les preguntó sobre los principales factores que impulsan su preocupación por el empleo y la economía, un 58% dijo que su trabajo no paga lo suficiente o que tienen que buscar un segundo trabajo para llegar a fin de mes. El 40% dice que su trabajo no ofrece licencia remunerada ni días de enfermedad. Al 37% le preocupan los despidos o la reducción de horas.
Entre quienes indicaron que la atención médica era un tema de máxima prioridad, un 66% de los votantes mencionaron costos elevados como primas mensuales, copagos y deducibles y el 53% mencionó los altos costos de los medicamentos recetados.
“Las preocupaciones sobre las circunstancias financieras personales y las continuas experiencias económicas estresantes subrayan los sentimientos de pesimismo que prevalecen en todos los grupos demográficos”, indicó UnidosUS.
Su conclusión es que muchos latinos se sienten pesimistas sobre la dirección del país y la mayoría no ve a ninguno de los partidos como defensores efectivos de sus preocupaciones más apremiantes.
El mensaje a demócratas y republicanos es claro: Si cualquiera de los dos partidos quiere conquistar el voto hispano, es importante no sólo que le hablen en español, sino que respondan a sus necesidades más apremiantes y a las aspiraciones de un electorado cuyo voto no tienen garantizado.