Washington, (EFE).- El Departamento de Estado de EE.UU. aseguró este lunes que recientes casos de revocación de visados a estudiantes, así como el intento por repatriar a un extranjero con residencia permanente acusado de antisemitismo, vienen respaldados por “acciones” de las personas implicadas y que no se está coartando la libertad de expresión.
“En este caso particular, también existe, lo sé, un argumento sobre libertad de expresión, pero no se trata de expresión. Se trata de acciones. Se trata de cosas que se han hecho”, explicó en rueda de prensa la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Tammy Bruce, en referencia al caso de Mahmoud Khalil.
Khalil, un activista propalestino que posee tarjeta verde y ha liderado protestas estudiantiles e intermediado para tratar que la Universidad de Columbia cortara lazos con Israel, fue detenido el pasado 8 de marzo y se encuentra actualmente en un centro de detención de Luisiana a la espera de que un juez revise la orden deportación emitida por el Gobierno de Donald Trump.
El propio Trump ha dicho que Khalil y otros activistas propalestinos apoyan a Hamás, considerado un grupo terrorista por EE.UU., y que se detención será “la primera de muchas”.
Bruce no quiso “profundizar” más en el caso, argumentando que se encuentra en los tribunales.
“Estados Unidos tiene el mejor sistema judicial del mundo y sin duda habrá argumentaciones por ambas partes. Pero debe debatirse, debe litigarse”, aseguró.
En términos generales, Bruce respaldó lo dicho, a cuenta de la revocación de visados de todo tipo, por el secretario de Estado, Marco Rubio, el domingo, cuando aseguró que los permisos serían retirados si el Gobierno estimaba que se había mentido al solicitarlos para, por ejemplo, “participar en eventos a favor de Hamás”.
“Existe una dinámica en cuanto a si se van a realizar ciertas acciones que no aceptamos”, explicó Bruce, insistiendo en que “cada país tiene derecho a controlar sus fronteras y a determinar quién entra al país”.
Los casos de Khalil y de otros estudiantes a los que se les han revocado visados por “defender la violencia y el terrorismo”, según el Departamento de Estado, han desatado la preocupación en el país sobre la protección de la Primera Enmienda de la Constitución.