Actividad neuronal luego de aislamiento social es la misma que cuando se tiene hambre

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Interacción social resulta una necesidad básica para las personas, parecida al hambre o el sueño

Investigadores comprobaron, la actividad neuronal ante el ansia de interacción social luego del aislamiento es la misma cuando se tiene un antojo con hambre

NotiPress.- Un estudio realizado por investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) y el Instituto Salk de Estudios Biológicos halló similitudes en la actividad neuronal de las personas al comparar el ansia por interacción social, luego de mantenerse en aislamiento y el hambre de comida por un largo período.

La investigación publicada en Nature Neuroscience tenía la premisa de comprobar si podía compararse las actividades sociales positivas con probar alimentos o dormir. Es decir, si para el ser humano resultaba tan importante la interacción social como alguna de las necesidades físicas básicas. Esta es una premisa importante hoy en día, luego de periodos prolongados de aislamiento como los impuestos en la cuarentena por Covid-19, cabe mencionar los estudios fueron realizados en 2018 y 2019.

Para comprobarlo, el equipo de investigación puso a prueba a 40 adultos jóvenes y saludables entre 18 y 40 años, 27 mujeres y 13 hombres, al aislarlos en un cuarto únicamente con una computadora para contactar al equipo por 10 horas. De igual forma, el mismo grupo se sometió a 10 horas sin probar bocado. Los pensamientos y emociones antes y después de los períodos fueron registrados mediante cuestionarios.

Luego de cada lapso, los participantes fueron escaneados con una máquina de imagen de resonancia magnética funcional (fMRI) con un paradigma de ansia inducida por señales (CIC). Cada escaneo sucedía mientras los participantes veían imágenes de comida (si tenían hambre), personas interactuando (luego del aislamiento) y de flores como elemento neutral.

Como respuesta a las imágenes luego de la falta de interacción social o de comida, según fuera el caso, los investigadores comprobaron, en ambos procesos se iluminaba la sustancia negra del cerebro. Esta parte del cerebro se ha asociado con el hambre y la abstinencia por drogas. Aunque también pudo observarse, cada una activó otras partes del cerebro no relacionadas como el cuerpo estriado y la corteza.

“Las personas que se ven obligadas al aislamiento anhelan las interacciones sociales de manera similar a la forma en que una persona hambrienta anhela la comida. Nuestro hallazgo se ajusta a la idea intuitiva de que las interacciones sociales positivas son una necesidad humana básica, y la soledad aguda es un estado aversivo que motiva a las personas a reparar lo que falta, similar al hambre”, declaró Rebecca Saxe, profesora del MIT y autora principal del estudio.

De entre los descubrimientos inesperados en el estudio, se observó, la intensidad de la actividad neuronal al anhelar la interacción con otras personas estaba relacionada con las experiencias previas de soledad en cada participante. En este sentido, personas que habían declarado sentirse crónicamente aisladas meses antes del estudio mostraron una reacción menor en comparación con personas con una vida social satisfecha.

Con la premisa comprobada, el grupo de investigación busca realizar nuevos estudios para responder otras cuestiones sobre las diversas formas en que el aislamiento y la soledad afectan la actividad neuronal. Así como el efecto en el comportamiento de las personas o si las videollamadas ayudan a aliviar el deseo de interacción.