Washington, (EFE).- El presidente del Tribunal Supremo de Estados Unidos, el conservador John Roberts, reprendió este martes al madatario, Donald Trump, tras sus ataques al juez federal que bloqueó la aplicación de una ley con la que el líder republicano ordenó expulsar a más de 250 supuestos integrantes del Tren de Aragua a El Salvador.
El magistrado se pronunció horas después de que Trump acusara al juez James Boasberg de “lunático de la izquierda radical” y pidiera que fuera “destituido”.
“Durante más de dos siglos, se ha establecido que el proceso de destitución (impeachment, en inglés) no es una respuesta apropiada al desacuerdo relativo a una decisión judicial. El proceso normal de revisión en apelación existe para ese propósito”, aseguró Roberts en un comunicado.
Todo comenzó después de que el presidente estadounidense invocara el sábado la ley de Enemigos Extranjeros de 1798, solo utilizada hasta ahora en tiempos de guerra, argumentando que EE.UU. estaba sufriendo una “invasión” de la banda criminal venezolana Tren de Aragua, aunque no presentó pruebas.
Trump la firmó en secreto el viernes y esta se hizo pública el sábado a las 16.20 hora local (20.20 GMT). Mientras Boasberg estudiaba en una audiencia su legalidad, despegaron desde Texas dos vuelos con destino a El Salvador, según una investigación de The Washington Post.
Según ese análisis, ese mismo día, a las 19.36 hora local (23.36 GMT), un tercer vuelo salió de Texas, apenas diez minutos después de que Boasberg ordenara, verbalmente y por escrito, que los aviones regresaran a EE.UU. hasta que se resolviera el litigio.
El movimiento de Roberts, que no suele emitir este tipo de comunicados, ha sido interpretado por la mayoría de analistas como una forma de frenar a Trump y a los suyos en sus peticiones de destituir a los jueces que fallan en su contra en un intento de seguir tensando los límites de la separación de poderes.
En 2018, el magistrado y el mandatario ya tuvieron un rifirrafe después de que el neoyorquino atacase a un juez que dictó en contra de su política de asilo.
Además de las críticas a algunos jueces, los seguidores de Trump han atacado a la magistrada del Supremo Amy Coney Barrett, que fue nombrada miembro de ese tribunal por el republicano en 2020, después de que esta votara junto a Roberts y los jueces liberales en contra de una de las medidas de la Administración para congelar fondos para ayuda internacional.