Por Enrique Kogan
En el mundo encontrar una mezcla de chino con italiano es difícil. Ni los autos italianos son populares en China, (salvo los súper deportivos), ni menos los autos chinos en Italia.
Seguro hay pizzas en China y comida china en Italia, pero encontrar una empresa china asociada a una italiana, es más difícil.
Pero las hay, y de estas asociaciones raras, está saliendo algo más raro, como el fabricante autos con una impresora 3D.
Sí, así es, el primer automóvil impreso en 3D del mundo, parece listo para producirse el próximo año, y su creador cree que prevé un cambio que será inevitable y que afectará a toda la industria automotriz.
Este vehículo está producido por la empresa china Polymaker y el fabricante de vehículos con sede en Italia X Electrical Vehicle (XEV), el LSEV de pequeño tamaño se fabrica casi por completo con tecnología de impresión 3D, que crea partes desde cero, partes por partes.
Pero no todo sale de una impresora, ya que unos pocos componentes, como el chasis, el parabrisas de vidrio y los neumáticos, se fabrican con métodos convencionales.
Esto significa que, como la mayoría de los productos impresos en 3D, el material de desecho producido a partir de la producción del vehículo se reduce drásticamente, algo que el jefe de Polymaker, Xiaofan Luo, dijo que inspirará a más compañías a adoptar la impresión 3D.
Según dice la publicación Autocar, la impresión 3D también ha permitido a Polymaker reducir el número de piezas de plástico en el automóvil desde 2000 (utilizando métodos convencionales) a sólo 57, una mejora vital que podría ayudar a reducir significativamente el impacto ambiental de la producción de automóviles.
Se dice que el prototipo tiene capacidad para un alcance de 93 millas y puede llegar a 43 mph. Pesa 450 kg, casi la mitad que un Smart Fortwo.
Este modelo LSEV está en exhibición en el Museo de la Cultura de impresión en 3D de China de Shanghai y se mostrará en el Salón del automóvil de Beijing el próximo mes.
Según sus creadores, tomó tres días construir el prototipo y XEV espera que la producción llegue a un total de 500 unidades por año en una sola línea de producción.
Cuando las ventas comiencen a fines de 2019, probablemente en China primero, los precios se estiman en alrededor de 10.000 dólares.
La compañía cree que a la LSEV pronto le seguirán más autos impresos en 3D. “La disponibilidad de más materiales funcionales de alto rendimiento permitirá que la impresión 3D se utilice en muchas más aplicaciones”, dijo Luo.
Luo describió la producción de impresión 3D como una tendencia inevitable en la industria del automóvil.
Los fabricantes establecidos recientemente han empezado a utilizar la impresión 3D para la producción de componentes.
Mini ofrece un borde impreso en 3D que se puede personalizar por completo, mientras que Bugatti ha desarrollado una pinza de freno impresa en 3D que dice que es 2 kg más liviana pero más dura que la anterior.