Los padres de los mexicanos en Estados Unidos, estaban felices de ver a sus hijos hablar inglés,
el idioma que ellos por no hablarlo los limitaba.
Pronto, sus hijos dejaron de hablar español.
Sólo lo entendían. Después, dejaron de hablarlo y entenderlo.
La tecnología es igual. Muchos padres se alegran de lo bien que sus hijos manejan teléfonos y computadoras.
Después no hablarán ni entenderán a sus hijos.
INTRODUCCIÓN
Hace un par de días la autoridad de salud más alta de los Estados Unidos el Director Nacional de Salud (Surgeon General) por primera vez y con datos científicos determinó que, “la salud mental de niños y adolescentes se daña con el uso excesivo de las redes sociales.”
Por supuesto que determinar qué es “excesivo” será parte de lo que otras investigaciones irán demostrando, pero se trata de la primera declaración contundente, inequívoca y segura de una autoridad de salud.
ERA UNA SOSPECHA QUE MUCHOS YA TENÍAN
Esta declaración aparece tardía ya que existían muchas evidencias respaldadas con buenos artículos científicos tanto en los Estados Unidos como en otras naciones. Pero como dice el viejo adagio, “más vale tarde que nunca.”
USO DE LA TECNOLOGÍA VS USO DE REDES SOCIALES
En realidad, el reporte aludido se enfoca en el uso de las redes sociales, no exclusivamente en el uso de la tecnología. Es aterrador calcular todo el tiempo que usamos los seres humanos las computadoras, tabletas, y teléfonos inteligentes.
USO DE TECNOLOGÍA NO ES LO MISMO A USO DE LAS REDES SOCIALES
Es bueno que el reporte se enfoque en las redes sociales, ya que usar la tecnología no es sinónimo de usar redes sociales. Muchos de los adultos que usamos por horas la tecnología diariamente, como escribir este artículo, usar el internet, hacer compras, o pedir comida a restaurantes, no usamos las redes sociales o las usamos muy eventualmente.
LO QUE SÍ SE SABE
Lo que sí sabemos, y lo menciona el estudio usado por el Director de Salud es que el 95% de los jóvenes en los Estados Unidos utiliza al menos una aplicación de redes sociales, pero dos terceras partes de los jóvenes utilizan las redes constantemente. Otros estudios comprueban que niños y jóvenes usando tecnología, abrumadoramente usan las redes sociales.
LO POSITIVO
El reporte de 19 páginas reconoce que hay un lado positivo de usar la tecnología. Los niños tienen un lugar donde expresarse, conocer a otros, sentirse parte de un grupo, entender diversidades, entre otros, siempre y cuando se use con moderación. Reitero, exactamente ¿qué es usarse con moderación? carece de un acuerdo entre especialistas.
Otros estudios, no necesariamente relacionados con el uso de las redes sociales sino de videojuegos y uso del internet, han demostrado que el empleo frecuente de la tecnología digital tiene un impacto beneficioso en la función cerebral y en el comportamiento.
Varias aplicaciones, videojuegos y otras herramientas en línea benefician la salud del cerebro. En las imágenes cerebrales estudiadas se mostró que los adultos mayores que nunca habían utilizado internet, que aprendieron a buscar en línea, mostraron aumentos significativos en la actividad neuronal cerebral durante las búsquedas en internet. Ciertos programas computacionales y videojuegos mejoraron la memoria, las destrezas en tareas múltiples, la fluidez de la inteligencia y otras habilidades cognitivas. Hay varias aplicaciones y herramientas digitales que ofrecen buenas alternativas para la salud mental y que proporcionan un automanejo, monitoreo, capacitación junto a otras intervenciones que pueden mejorar el estado de ánimo y el comportamiento.
LO MALO
Los efectos nocivos del tiempo prolongado frente a la pantalla incluyen síntomas como marcado déficit de atención, deterioro de la inteligencia emocional y social, adicción a la tecnología, aislamiento social, deterioro del desarrollo cerebral y alteraciones del sueño.
Volviendo al reporte del Director Nacional de Salud, dice que usarlas demasiado crea muchas condiciones: depresión, ansiedad, suicidio, acosos y ciberacoso, angustia, pérdida de privacidad, exposición a temas e imágenes inapropiadas y otras que irán surgiendo.
Pero lo más importante es que la investigación demostró que los que usan constantemente estas redes afectan el desarrollo de sus cerebros y cuerpos por no hacer ejercicio, conversar con mayores o gente más preparada.
SOLUCIONES
Cuando un problema no ha sido bien definido, es complicado ofrecer respuestas. Sin embargo, sabemos que hay un problema, ignoramos la dimensión de ese problema, y no existe consenso entre especialistas ni el problema mismo, menos en las soluciones, suponiendo que existieran.
A partir de la preocupación que la sociedad entera tuvo con el teléfono, las grabaciones, el cine, la televisión y el internet, podemos anticipar que las soluciones son multi participativas. Las compañías tecnológicas pueden usar en el uso de ciertas aplicaciones, como bloquearse después de cierto tiempo de usarse, o permitir que los padres establezcan el límite de tiempo que autorizan a los hijos a usarlas. Los padres deben educar y charlar con sus hijos al mismo tiempo que se establezcan algunas prácticas en el hogar como por ejemplo evitar al comer tener cerca teléfonos, tabletas o computadoras. Explicarles a sus hijos los peligros que las investigaciones muestren negociando con ellos el tiempo límite para usar la tecnología y particularmente las redes sociales.
Nuevamente, como en el caso de muchas novedades tecnológicas el gobierno tiene un importante rol que tomar educando a los derechohabientes, o estableciendo parámetros. Además de campañas públicas como las que hacen contra el tabaco, o contra de manejar usando el teléfono o el uso de drogas. Las instituciones como las escuelas, las iglesias, clubes y otras deben estar a la vanguardia coadyuvando, informando y recomendando. Es muy importante apoyarse gobierno, instituciones, compañías tecnológicas y padres de familia.
SON PROBLEMAS NUEVOS DE COMPORTAMIENTOS VIEJOS
Los padres siempre hemos sabido la influencia negativa o positiva de las compañías, como hemos sabido lo mismo sobre la televisión, las modas, el uso del alcohol y drogas. La verdad sea dicha, son problemas nuevos de retos viejos donde sólo cambian los nombres, usos y tiempos. Las soluciones podrían ser las mismas para todos esos problemas: estar cerca de los hijos y actuar con una mezcla de inmenso cariño con buenas reglas que sean explicadas a los hijos, no impuestas, sino negociadas.
COLOFÓN
Debemos seguir atentos a nuevos descubrimientos, nuevas declaraciones y diálogos con otros padres. Son temas que avanzan a velocidades casi inalcanzables, por lo tanto nuevas evidencias y novedosas soluciones están en puerta.