San Ysidro (CA), (EFE).- Los directores de las mayores organizaciones legales que defienden los derechos de los inmigrantes calificaron este lunes la continuación del Título 42 como el final del proceso de asilo en Estados Unidos y objetaron que algunos estados, como Arizona y Texas, decidan la política migratoria nacional.
“Quienes ahora más van a sufrir con Título 42 son los migrantes negros, que han sido el blanco de políticas racistas, los migrantes de la comunidad LBTQ, las madres con niños, los migrantes muy enfermos”, dijo a Efe la abogada Lindsay Toczylowski, directora ejecutiva del Centro Legal para Defensores de Migrantes (ImmDef).
“Pero también vamos a sufrir los estadounidenses, porque este es en realidad el fin del proceso de asilo en Estados Unidos, después de que pudimos ser el faro de la libertad. Como abogada y como madre considero lo que ahora van a sufrir muchas personas inocentes” dijo en una conferencia efectuada ante la garita internacional de San Ysidro.
El Gobierno del presidente Joe Biden había fijado este lunes 23 de mayo como la fecha para cesar la aplicación de esa norma que permite la expulsión expedita de migrantes extranjeros a quienes se considere una amenaza para la salud pública por la pandemia de covid-19.
Pero el viernes pasado el juez federal Robert Summerhays, de Luisana, dejó en suspenso la decisión del Poder Ejecutivo en respuesta a una demanda iniciada por los gobiernos republicanos de varios estados.
Monika Langarica, del Centro de Leyes y Políticas de Inmigración de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), dijo en la conferencia que “como abogada nunca pensé que vería el fin del proceso de asilo en Estados Unidos, ni que estados como Arizona y Texas decidieran la política migratoria del país”.
Langarica, exabogada de inmigración de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) en San Diego y ahora analista, declaró que el Título 42 “es tan ilegal como peligroso”.
La abogada Nicole Ramos, directora de Al Otro Lado, dirigió su mensaje “a los miembros del Congreso que votaron esta semana para ratificar el Título 42”.
“Ustedes votaron para ratificar la muerte, y la sangre estará en sus manos y en las manos de cada oficial en ese edificio (la garita) y en las de cada oficial mexicano que es cómplice de este genocidio”, manifestó.
Ramos dijo que hace unos días recibió insistentes llamadas para pedir ayuda por un ataque armado a un albergue donde una mujer migrante recibió dos disparos. También mencionó el caso de una migrante a quien trató de ayudar a cruzar la frontera para que recibiera ayuda por un embarazo de alto riesgo en el que, al final y sin ayuda, pereció una de dos mellizas.
“Estamos dejando que miles de personas mueran al sur de esta frontera sólo por el color de su piel y su nacionalidad”, denunció.
Las abogadas hablaron ante una manta que decía “15 millas al sur de aquí hay refugiados que están muriendo en nuestra frontera”. Pero en realidad la conferencia se llevó a cabo a sólo unos metros de la frontera de California y ante la presencia de patrulleros fronterizos.
Pedro Ríos, director para la frontera del Comité de Servicios de los Amigos Americanos, dijo que la política de Título 42 “puede definirse como una herramienta para premeditar el sufrimiento humano”.
“Es la continuación de décadas de medidas de disuasión en la frontera que usan la muerte como componente de persuasión”, dijo.
Ríos narró el testimonio de un migrante haitiano que le contó cómo al cruzar el territorio mexicano soldados le robaron y lo maltrataron, que fue objeto de agresiones y, al cruzar la frontera, fue detenido y ofendido sin conocer quienes lo agredieron su historia personal, acusado falsamente de quererse beneficiar del sistema de asistencia social estadounidense.
La conferencia también cedió el micrófono a un migrante mexicano que cruzó la frontera hace apenas unos días. Ricardo explicó que “es muy triste llegar a la garita y sin que te escuchen te digan ‘No, retírate, para ti no hay asilo’”.
Ricardo platicó cómo agentes de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos ordenan a policías municipales de Tijuana, México, que alejen a los migrantes antes de que puedan presentar sus casos y explicar por qué necesitan pedir asilo.
Ahora desde California, Ricardo dijo no sentirse contento porque conoce las historias de migrantes con quienes convivió momentáneamente y siente tristeza porque no pueden explicar sus casos a los oficiales fronterizos.