Washington, (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el salvadoreño, Nayib Bukele, se reunieron este lunes en la Casa Blanca, donde dejaron claro que no planean el regreso a territorio estadounidense del migrante que fue enviado por error a la megacárcel del país centroamericano.
El primer encuentro que Trump tuvo en el Despacho Oval con un mandatario latinoamericano desde que regresó al poder estuvo marcado por el reciente acuerdo entre ambos países para encerrar en el Centro de Confinamiento para el Terroristo (Cecot) a migrantes expulsados de Estados Unidos por supuestos vínculos con el crimen organizado.
Especialmente por el polémico caso de Kilmar Ábrego García, que fue enviado al Cecot a pesar de que contaba con una orden judicial que lo protegía de la deportación y al que el Tribunal Supremo ha ordenado su regreso a Estados Unidos.
Bukele descarta su liberación
Preguntado por la prensa en el Despacho Oval, Bukele afirmó que no tiene competencias para devolver a Ábrego García. “Por supuesto que no voy a hacerlo. ¿Cómo voy a enviar de contrabando a un terrorista a Estados Unidos?”, declaró.
Aunque reconoció que sí podría ordenar su excarcelación, dejó claro que no lo hará. “No nos gusta mucho liberar terroristas en nuestro país”, expresó el mandatario, quien subrayó que El Salvador se ha convertido en el país “más seguro” del continente y que no quiere que vuelva a ser “la capital mundial de los asesinatos”.
En la reunión también estaba presente la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, quien declaró que el regreso de Ábrego García no depende del Gobierno estadounidense dado que este se encuentra bajo custodia de El Salvador.
Bondi afirmó que enviaría un avión para facilitar su regreso si El Salvador accediera, pero acusó una vez más a Ábrego García, quien no tiene antecedentes penales en Estados Unidos, de ser un miembro de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-19).
Trump también dio la palabra a su asesor Stephen Miller, ideólogo de la dura política migratoria de la Casa Blanca, quien recordó que Ábrego García es un ciudadano salvadoreño y apuntó que sería muy “arrogante” decirle a El Salvador lo que tiene que hacer con sus ciudadanos.
Jennifer Vásquez, la esposa de Ábrego García, defendió la semana pasada ante la prensa inocencia de su marido y cargó contra Trump y Bukele.
Trump propone deportar también a estadounidenses
Estados Unidos acordó una prestación de 6 millones de dólares para El Salvador a fin de poder utilizar su prisión de máxima seguridad, cuyas condiciones han sido criticadas por organizaciones de derechos humanos, para albergar a migrantes que acusa de ser miembros del Tren de Aragua y MS-13.
La Administración de Trump invocó una norma de 1798, la ley de Enemigos Extranjeros, para enviar el 15 de marzo al Cecot a 238 venezolanos y 23 salvadoreños, entre ellos Ábrego García.
Trump agradeció este lunes a Bukele por cooperar con su plan migratorio e incluso expresó su deseo de “dar un paso más allá” y encarcelar en el Cecot a ciudadanos estadounidenses que cometan crímenes.
“No sé cuáles son las leyes, pero también tenemos criminales locales y me gustaría incluirlos en el grupo de gente que sacamos de este país”, dijo el republicano.
Los micrófonos captaron además a Trump bromeando con Bukele y afirmando que el salvadoreño va a tener que “construir cinco cárceles más”.
El tono de la reunión fue de total sintonía entre Trump y Bukele, a quien la Casa Blanca suele poner como ejemplo de modelo de seguridad para la región, a pesar de que el estado de excepción decretado en el país centroamericano ha sido criticado por defensores de derechos humanos.
Trump afirmó que tiene la “mejor relación” con Bukele y dijo que el mandatario salvadoreño, de 43 años, no ha envejecido desde el encuentro que mantuvieron en 2019: “Me impresionó cuando lo conocí. Parecía un adolescente”.