Los Ángeles (EE.UU.), (EFE).- Los Philadelphia 76ers se anotaron una victoria con más oficio que brillo ante Los Angeles Lakers, que pese a no contar con LeBron James ofrecieron una imagen muy digna y llegaron con vida hasta el final (121-126).
Joel Embiid (30 puntos y 10 rebotes) y James Harden (24 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias) lideraron a unos Sixers que no se pudieron despegar en el marcador y en los que, en una noche de pocos lujos, resultaron fundamentales las aportaciones de Tyrese Maxey (21 puntos y 7 asistencias) y Tobias Harris (20 puntos y 7 rebotes)
LeBron James fue baja de última hora por molestias en la rodilla en unos Lakers que, dadas las circunstancias, pelearon y compitieron de una forma más que aceptable.
Dwight Howard (24 puntos y 8 rebotes) y Malik Monk (23 puntos) fueron durante gran parte de la velada los inesperados referentes en ataque de unos Lakers en los que también brillaron Russell Westbrook (24 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias) y Carmelo Anthony (20 puntos y 7 rebotes).
Los Sixers siguen en la pelea por los muy cotizados puestos de honor en los playoffs del Este mientras que los Lakers todavía van a tener que sufrir para asegurarse el play-in en el Oeste.
SIXERS DOMINAN SIN CLARIDAD
El partido arrancó con un ritmo lento y pesado, algo que en principio parecía beneficiar a unos Lakers en cuadro.
Stanley Johnson fue la sorprendente figura de esos primeros doce minutos con 13 puntos para unos Lakers que, con un 6 de 9 en triples, se aprovecharon de unos Sixers quizá demasiado confiados.
Joel Embiid sí empezó en su gran nivel habitual (10 puntos), pero fueron tres triples de Georges Niang los que sujetaron a unos visitantes que no habían entrado del todo concentrados al encuentro.
Malik Monk y Carmelo Anthony prolongaron en el segundo cuarto la digna puesta en escena de los Lakers.
Pero era cuestión de tiempo que los Sixers reaccionaran.
Subiendo la exigencia de su defensa y corriendo al contraataque con facilidad, los Sixers le dieron la vuelta al marcador al descanso (52-61) apoyándose en un buen segundo parcial de Tobias Harris (9 puntos).
Daba la impresión de que los Sixers podían reventar el partido en cuanto pisaran un poco el acelerador.
El primer interesado en ello fue James Harden, muy activo en un tercer cuarto en el que sumó 16 puntos (incluidos 3 triples) para unos Sixers que llegaron a ganar entonces de 14.
Sin embargo, los Lakers respondieron al desafío de maravilla.
Dwight Howard (10 puntos en ese cuarto) recordó a sus mejores años y dominó la zona, Malik Monk (también 10 puntos) aportó mucha frescura y velocidad, y Russell Westbrook y Carmelo Anthony completaron una ofensiva muy rica de los Lakers.
Así, un gran parcial de 14-4, culminado con una canasta sobre la bocina de Wenyen Gabriel, permitió a los de púrpura y oro llegar al último cuarto con sus opciones intactas (91-93).
Carmelo y Westbrook tomaron el mando del ataque de los Lakers, pero Tobias Harris y Deandre Jordan se las apañaron para aumentar la ventaja de los Sixers a la espera de que regresaran a la cancha Embiid y Harden (100-107 con 7.32 en el reloj).
Los Lakers insistieron, esta vez con su sorprendente dúo estelar Monk-Howard, pero 5 puntos seguidos de Tyrese Maxey les ponían las cosas aún más difíciles (105-114 con 3.23 por jugarse).
A solo 6 puntos se pusieron los locales con 2 minutos por jugarse y a 4 puntos con 32 segundos se colocaron tras una canasta de Westbrook tras robo a Harden.
Pero los Sixers cerraron finalmente la victoria desde los tiros libres ante unos Lakers a los que les habría venido de perlas tener a LeBron para ese desenlace tan apretado.
David Villafranca