“He llegado a la conclusión de que la política
es demasiado seria para dejarla
en manos de los políticos”.
Charles de Gaulle
LA GRAN PREGUNTA
Todo gira en torno a esa pregunta. La respuesta marca el camino de la existencia misma de la democracia constitucionalista en los Estados Unidos con repercusiones al resto del mundo como marco de convivencia legal y modelo para determinar gobiernos periódicamente.
¿QUIÉN LE PUEDE GANAR A TRUMP?
Poco más de la mitad de los republicanos anhela “otro” candidato en lugar de Trump, como Ron DeSantis, actual Gobernador de Florida. Quizá DeSantis, de ganar la nominación del partido republicano en el 2024 y ganar las elecciones ese mismo año, sea más peligroso que el mismo Trump. Este político de origen italiano y gran beisbolista es joven, inteligente, sagaz, egresado de Yale en Historia y Doctorado en Jurisprudencia de Harvard, modera su ambición, según convenga, es un buen estratega y tiene una organización política y financiera notable.
TRUMP ES SU PRINCIPAL ENEMIGO
Trump es un contraste con él, de origen alemán, es ya de edad avanzada, nunca participó en ningún deporte, salvo como empresario en equipos profesionales, su inteligencia es muy limitada, batalló para tener una licenciatura de una escuela de negocios, es temerario e impulsivo en lugar de audaz, su ambición es ilimitada y es táctico solamente viviendo y actuando día a día, imposibilitado de entender y menos crear y disciplinarse a una estrategia para ganar una guerra; además, su organización está llena de fallas y truhanes, muchos de ellos acusados de malversación de fondos. Es, por tanto, al comparar a ambos, DeSantis más peligroso que Trump.
REPUBLICANOS DIVIDIDOS
La otra mitad de los republicanos saben que Trump lastima con daños irreversibles al partido de Reagan, Lincoln, y Eisenhower. Pero la otra ala menor en número está compuesta de fanáticos, violentos, radicales y peligrosos, que los usa Trump como un arma. El 6 de enero fue sólo una muestra.
HACIENDO UN MÁRTIR DE TRUMP
Las múltiples acusaciones legales vs Trump se entremezclan con la política y tratan de evitar hacerlo un mártir puesto que esto lo haría más poderoso, aún en la cárcel. En realidad, buscan eliminarlo de la contienda. Desde el punto de vista del ala republicana moderada no se pueden lanzar abiertamente contra él para tratar de salvar los votos de los republicanos radicales. Esta misma estrategia es la que sigue DeSantis, no habla de fraude en las elecciones, pero tampoco lo niega.
LOS DEMÓCRATAS TAMBIÉN DIVIDIDOS
Los demócratas están divididos. Muchos piensan igual que el ala moderada republicana; hay que evitar hacer un mártir a Trump y esperar que sea derrotado por DeSantis, u otro, en las nominaciones del partido Republicano a finales del 2024.
TRUMP, MÁS FÁCIL DE GANARLE
Otros demócratas favorecen que Trump sea el candidato porque sienten que es más fácil ganarle. Éstos apoyan a Biden.
BIDEN CANDIDATO
Los demócratas más liberales, que siempre terminan sacrificados de sus agendas para unirse al candidato (demócrata moderado), como Biden, favorecen que éste no sea el candidato y tengan a uno más avanzado ideológicamente y carismático, como Newsom, el actual gobernador de California. Pero no hay quién convenza a Biden de que no participe; al hacerlo será el candidato de más avanzada edad en la historia de los Estados Unidos con 81 años. Si triunfa, gobernaría de los 81 a los 85.
LAS ELECCIONES INTERMEDIAS DE NOVIEMBRE
Muchas cosas pueden pasar, las dos más importantes, son las elecciones -intermedias- de noviembre en que los demócratas pueden perder la mayoría de los congresistas (diputados) y hasta el senado. Si es el caso, sobre todo en la primera opción, se termina la investigación del 6 de enero o asalto al Capitolio, ante el derecho que tienen los que tengan mayoría de desaparecer investigaciones originadas en comités que ahora ya no controlan.
LOS DILEMAS DEMÓCRATAS
Por lo tanto, está el partido demócrata y sus líderes en el congreso ante un gran dilema: terminar la investigación antes de noviembre para fijar cargos a Trump con suficientes evidencias y testigos, y arriesgarse a hacerlo el mártir que tratan de evitar, o continuar la investigación si ganaran la elección, cosa altamente improbable (siempre en la historia pierde el partido en el poder las elecciones intermedias).
GANARÁN LOS CANDIDATOS APOYADOS POR TRUMP
Finalmente, la otra importante revelación que tendrá gran influencia en las elecciones intermedias es saber cómo quedan los candidatos apoyados por Trump. Hasta ahora éstos han ganado casi la mitad de las candidaturas republicanas.
Debemos agregar en este complicado teorema político que muchas modificaciones han sucedido en estados trumpistas donde se han cambiado las leyes para que las comisiones electorales tengan el derecho a rechazar los resultados de quienes resulten triunfadores por mayoría de votos.
REPERCUSIONES MUNDIALES
El panorama es de alto riesgo pues se trata del más grande peligro para las democracias constitucionales no sólo en USA, sino en Rusia, Hungría, Filipinas, Brasil, y México entre otros.
Ni nos adentramos en los efectos que tendría un triunfo trumpista en Europa, la OTAN (NATO), y la guerra ruso-ucraniana, si aguanta hasta el 2024. Las conexiones de Putin y Trump siguen siendo un misterio que ni la CIA, la FBI y otros sistemas de espionaje han podido descifrar o tal vez, por razones estratégicas, hayan preferido hacerlas de ultra-secretas para revelarlas en los momentos propicios siguiendo la máxima de que “los tiempos son todo en la política.”
EL ESCENARIO ES ALTAMENTE VOLÁTIL
El riesgo viene de que los trumpistas y sus aliados no aceptan los resultados de las votaciones, y alegan, flagrantemente inventando “fraudes” que no existieron. El 38% de la población y casi el 44 al 47% de los republicanos aseguran que hubo fraude y por tanto Biden es un presidente ilegítimo. Si eso es actualmente, imagínense en la próxima elección: el fraude será automático al perder los republicanos. Si ganan no hubo fraude o a pesar del fraude ganaron los republicanos, si pierden no conceden porque hubo fraude (?). Si éste fuera el caso, estados progresistas y desarrollados, como California, Nueva York, Massachussets, Washington, Oregon y otros, ¿aceptarían seguir siendo parte de la unión?
COLOFÓN
Jamás en la historia, desde la Guerra Civil americana, el sistema político ha estado ante una crisis de esta magnitud; la encrucijada y dilema son harto complicadas. Se hace la historia con cada voto. Se cambia la historia por no votar.