Las Vegas (EE.UU.), (EFE).- El veterano Gregg Popovich, técnico de la selección olímpica estadounidense, se mostró convencido de que el ala-pívot Kevin Love, de los Cleveland Cavaliers tendrá un papel protagonista en el juego de su equipo en Tokio 2020.
Popovich dejó claro que Love no ha sido llamado al equipo para cubrir ningún tipo de “cuotas”, sino todo lo contrario, que llega para ser un elemento decisivo en el juego individual y de conjunto de la selección.
Aunque el veterano entrenador admite que es consciente que hay “escépticos” sobre la aportación del ala-pívot tras haber protagonizado una de sus peores temporadas como profesional, envuelto en lesiones, Popovich asegura que el trabajo las próximas cuatro semanas será muy intenso.
“Vamos a trabajar duro las próximas cuatro a cinco semanas y exigiremos mucho”, dijo Popovich después de la primera práctica del equipo, el martes,en las instalaciones de la Universidad de Nevada Las Vegas. “No tengo ninguna duda que adquirirá su mejor ritmo y es lo que más desea lograr para volver a ser el de antes”.
Popovich seleccionó a Love con el convencimiento que su habilidad para tirar a canasta y ser duro dentro de la pintura en la lucha por los rebotes podría ser valioso a la hora de enfrentarse a algunos equipos europeos más veteranos que el que va a presentar Estados Unidos.
Love disputó solo 25 partidos la temporada pasada con los Cavaliers debido a una lesión recurrente en la pantorrilla y promedió solo 12,2 puntos, el más bajo desde su año de novato. Tuvo un par de buenos encuentros al final de la temporada, pero aun así fue una selección sorprendente.
Sobre todo porque Love no ha jugado con el equipo nacional de Estados Unidos desde Londres 2012 y no ha sido un All-Star desde 2018.
“En cierto modo, entiendo las críticas porque salí de una temporada en la que no jugué tantos partidos y no estaba en la cima de mi juego”, declaró Love. “Para venir aquí, siento que tengo mucho que demostrar”.
Aunque reconoce que ayudar a ganar su segunda medalla de oro olímpica con Estados Unidos es su gran objetivo, también tendrá la gran oportunidad de que su rendimiento le abra las puertas para dejar los Cavaliers cuando regrese de Tokio.
Los Cavaliers han intentado traspasar a Love durante las últimas dos temporadas, pero sus lesiones (solo 103 partidos jugados en los últimos tres años) lo han impedido, en un jugador al que le quedan dos años y 60 millones de dólares de sueldo.
Cleveland bendijo el deseo de Love de jugar este verano, a pesar de que corre el riesgo de sufrir más lesiones.
Al final de la temporada, el gerente general de los Cavaliers, Koby Altman, dijo “queremos que esté aquí” cuando se le preguntó sobre el futuro de Love.
“Tengo 13 años como profesional, lo he escuchado todo”, declaró Love. “Todo lo que puedo hacer es salir y competir al máximo, dejar que todo caiga en su lugar y simplemente romperme el culo y ver qué puedo hacer por este equipo”, ha señalado el jugador.
Love admitió que al final del día, todo va a depender de lo que él aporte en el campo para que su carrera se vuelva a encauzar a través de un equipo ganador, sin importar dónde juegue, y para eso solo tiene una manera de lograrlo; demostrar sus progresos en el campo.