México, (EFE).- La reforma para prohibir la venta de alimentos y bebidas industrializados a menores de edad que aprobó hace unos días el estado sureño de Oaxaca es una barrera comercial e incentiva la informalidad, alertó este viernes la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
El organismo apuntó en un comunicado que la medida aprobada, que busca replicarse en otros estados del país, “será una barrera a la libertad comercial que incentivará la economía informal”.
Además, puntualizó, también podría poner en riesgo la salud de las familias oaxaqueñas que no podrán acceder a productos “que cumplan con la normatividad sanitaria correspondiente”.
Indicó que la nueva legislación también daña las cadenas de valor, lo cual perjudica principalmente a los sectores más desfavorecidos de la población, “sobre todo aquellos que viven del comercio”.
Además, dijo, estos nuevos lineamientos tendrán “efectos económicos graves” sobre todo en el contexto de la crisis económica que el país atraviesa, derivada de la pandemia por coronavirus.
Especialistas de la organización Alianza por la Salud Alimentaria afirman que el consumo de bebidas azucaradas propicia más de 40.000 muertes al año.
El responsable de la gestión de la pandemia por coronavirus en México, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, ha dicho que el consumo de alimentos procesados y refrescox, a los que llama “veneno embotellado”, es responsable de muchas enfermedades crónicas en el país.
REFORMA DISCRECIONAL Y DISCRIMINATORIA
La Coparmex señaló que la reforma aprobada también “es discrecional y discriminatoria”, pues focaliza el problema del sobrepeso y la obesidad en el consumo de determinados productos y “no considera la multifactorialidad de la problemática”.
Criticó que la iniciativa trata a los alimentos empaquetados como si fueran productos dañinos en sí mismos, “como lo es, por ejemplo, el cigarro”.
La organización aseveró que la ley se centra en prohibir la venta a menores de alimentos empaquetados, pero no necesariamente en los de alto contenido calórico, “por lo que no resultará efectiva para combatir la obesidad infantil”.
Indicó que también se están generando estereotipos contra los productos industrializados, ya que los ingredientes que contienen, como azúcar, grasa y sodio, “se usan todos los días en los hogares mexicanos y 70 % se consume en la mesa de las familias del país”.
Negó que el organismo esté en contra de la prohibición de estos productos en escuelas, pero piden que no se prohíba la venta general en el estado, “más aún si esto se hace de manera unilateral y sin tomar en cuenta a los sectores involucrados”.
Finalmente, solicitaron al Gobierno que colabore con la iniciativa privada para encontrar soluciones que resuelvan el problema de fondo que permita combatir el sobrepeso y la obesidad.
“Estamos seguros que si trabajamos en una estrategia integral que promueva un diálogo con los distintos sectores económicos y sociales del país, lograremos construir un proyecto que beneficie y proteja a la niñez, sin afectar la economía de nuestro país”, puntualizó.