Miami, (EFE).- Fundada en 1565 en la costa este de Florida y habitada de manera continua hasta nuestros días, San Agustín conmemora desde hace 456 años la Semana Santa y la Pascua, una tradición que hoy en día gira en torno a la ermita de Nuestra Señora de la Leche y la catedral, dos de las joyas de la ciudad más antigua de EE.UU.
Antes hubo otros asentamientos urbanos o ciudades en el país, pero no perduraron sin interrupción hasta la actualidad como sí lo ha hecho San Agustín, que es actualmente uno de los destinos turísticos más importantes de Florida, después de Orlando y Miami.
La historia pesa mucho en San Agustín e historia y catolicismo van aquí de la mano como en el resto de la América hispana.
HISTORIA Y CATOLICISMO
El mismo día en que un grupo de españoles comandados por el almirante Pedro Menéndez de Avilés llegó a estas tierras desde Cuba y fundó la ciudad, el 8 de septiembre de 1565, el padre Francisco López de Mendoza creó la misión franciscana Nombre de Dios para evangelizar a los indios de la zona.
Como la fundación fue en septiembre, la primera Semana Santa en San Agustín fue en 1566, pero no quedan registros que permitan conocer cómo se conmemoró, dice a Efe Wilson Camelo, portavoz del Ayuntamiento local.
Sí está documentado que la primera acción de gracias en lo que hoy es EE.UU. no fue la de 1621, protagonizada por los primeros colonos ingleses en lo que hoy es Nueva Inglaterra, sino el Tedeum de agradecimiento rezado en San Agustín en 1565, agrega.
En la ciudad floridana no hay procesiones como en España o América Latina, pero la tradición católica de recordar la pasión de Jesús fuera de las iglesias se mantiene con iniciativas como una representación del “Viacrucis” por personas vestidas de época que tendrá lugar el Viernes Santo a las afueras de la ermita de Nuestra Señora de la Leche y el Buen Parto.
La Comunidad Cenáculo, una organización católica italiana repartida por el mundo, está a cargo de este recorrido con música, efectos especiales y actores no profesionales, que sigue a Jesús desde que fue hecho prisionero hasta su muerte en la cruz y su resurrección al cabo de tres días, según las escrituras.
Originalmente construida en los primeros años del siglo XVII y declarada santuario nacional, la ermita es durante todo el año un centro de peregrinación para personas que “acuden a esta imagen para pedirle su intercesión en asuntos de fertilidad, así como la bendición de los matrimonios, el buen término de los embarazos y la salud de los niños”, dice una publicación eclesiástica.
McKenzie Tucker, responsable de comunicaciones del templo, dice a Efe que la devoción por la imagen de la virgen María amamantado al niño Jesús o “virgen nodriza” trae hasta San Agustín a mujeres de todo EE.UU. y también de otros países, como Filipinas, España, Italia, Colombia y Puerto Rico.
Muchas vuelven después con sus hijos a la ermita a dar las gracias por el favor recibido, asevera Tucker.
Con su fachada cubierta de hiedra, un interior austero y rodeada de árboles y antiguas tumbas, la ermita está en el predio de la misión Nombre de Dios y es una visita obligada para los turistas que visitan San Agustín, como lo son el Castillo de San Marcos, la fuente de la eterna juventud y las magníficas playas de la zona.
UNA VIRGEN CORONADA
La imagen original, que procedía de España y fue traída por Menéndez de Áviles y su gente, fue destruida, al igual que la ermita, en un ataque a la ciudad por parte de los británicos en el siglo XVIII y la que hoy preside el modesto altar de esta capilla es muy reciente y en cierto modo diferente a las anteriores.
El Papa Francisco decidió darle la corona pontificia a la Virgen de la Leche y al niño Jesús que tiene en los brazos, un privilegio que solo tienen otras tres imágenes católicas en EE.UU.
Mucho más grande que la ermita es la basílica catedral erigida donde estuvo la primera parroquia establecida de EE.UU. Actualmente, es la sede de la diócesis de San Agustín, encabezada por el obispo de origen cubano Felipe de Jesús Estevez.
Toda la liturgia de Semana Santa se puede seguir desde la catedral, cuyo edificio actual es de finales del siglo XIX, pues el anterior, del siglo XVIII y construido sobre la iglesia original del XVI, se quemó.
Wilson Camelo, portavoz del Ayuntamiento local, subraya a Efe que la ciudad, de unos 14.000 habitantes, un 6 % de ellos hispanos, ha recuperado e incluso superado los niveles de afluencia de turistas que tenía antes de la pandemia y espera a miles de personas durante la Semana Santa y la Pascua.